Estética y tendencia: el boom de las barberías crece en la ciudad

Cuidarse el cuerpo, el pelo, la barba y el rostro ya es una moda entre los puntanos. No hace falta caminar mucho para notar la cantidad de barberías y peluquerías masculinas que hay en la ciudad. Solo en el casco céntrico superan los 10 locales. Los comerciantes del rubro afirman que los varones van por lo menos dos veces al mes a recortarse o emprolijarse su cabellera. Hoy la tendencia es el degradé, algunos lo hacen a cero (con máquina al ras) y otros eligen dejarlo un poco más largo o con cubanas (peinado que se caracteriza por ser corto en la parte superior del cráneo y largo en la zona de la nuca).

Yael Marín y Emanuel Magallanes son dos colegas, amigos y propietarios de una barbería. “Más o menos yo debo tener unos 5 años en el rubro. Hace 6 que empecé a estudiar. Con Ema trabajamos con clientes fijos por turnos, pero también tratamos de atender a la gente que viene de afuera, aunque no tenga turno, para no dejar a nadie sin ser atendido”, comentó Yael.

“Lo que más se vende es el degradé en cero. Más por el clima de ahora, porque es más fresquito, están más cómodos, más peladitos. Además de cortes hacemos dibujos, colores fantasía, tribales, perfilado de cejas, barba. Tenemos la idea de sumarle limpieza facial más adelante, queremos abarcar todo lo que hace a la estética masculina”, dijo Emanuel.

Los amigos también sumaron lo relacionado al tratamiento de uñas, algo innovador entre los locales céntricos. “La época de colores es noviembre, diciembre y enero, pero solo lo piden los niños con algún diseño, alguna línea. Vienen muchos pequeños acompañados por las madres o abuelas generalmente”, agregó Yael.

En tema de precios, gran parte de los locales manejan costos similares. “El corte está a partir de $1.000, con barba $1.500, depende servicio te regalamos las cejas. Los reflejos están a partir de $4.500 y global en $5.000. Podría decir que el boom explotó hace unos años, ahora ya se ha expandido mucho y se ha perdido la esencia de la barbería, pero yo creo que cuando pase el boom volverá a la esencia del profesionalismo”, expresó Marín.

En la barbería de Santiago Soria, ubicada en calle Rivadavia, también sucede lo mismo en materia de tendencias: lo que pide la mayoría es degradé y pelo corto. “Es lo que más usa la gente, lo que más se mueve por esta zona. Estamos acá desde hace tres meses y ese es el corte que más me han pedido. Tengo muchos clientes que vienen por mi trabajo, aunque a fin de mes no viene casi nadie. Por día sabemos atender alrededor de 10 personas y los fines de semana es donde más trabajamos porque la gente sale”, confirmó.

La mayoría de las personas que se acercan al local de Santiago son jóvenes y adultos entre los 17 y los 25 años. “Los diseños en la cabeza lo piden sobre todo los jóvenes de entre 10 y 17 años. El corte sale $700 pesos; lo subimos este lunes, antes lo teníamos a $600. El corte más la barba ronda los $900 pesos. Es más o menos lo que cobran en todos lados”, remarcó.

El joven barbero destacó que hoy en día los jóvenes se cuidan mucho la estética. “Tengo un cliente que viene todas las semanas a cortarse, para mantener el pelo”, dijo.

En el caso de Jesús Giménez, que tiene su local por la calle Lavalle a metros de Colón, cuando un cliente se hace fijo suele hacer algún retoque en el precio o regalar algún detalle. “El diseño se ha ido mucho y ha vuelto el degradé. En el local hacemos tinturas, uñas, masajes. El precio varía según el tiempo que lleve el trabajo, en nuestro caso el corte sale $700 más $300 la barba. Yo tengo clientes que vienen todos los viernes o sábados. En esos casos yo les cobro por mes $3.500 pesos y suelo regalarles un corte más”, expresó.

“Ahora los hombres se cuidan muchísimo, siempre están manteniéndose la barba, el corte, el perfilado de cejas y si le agregamos rostro también lo harían”, puntualizó Jesús.

Tradición vs. tendencias

“Hace 8 años que estoy acá en la zona. Soy peluquero desde hace 25 años. Al principio fue en una peluquería de barrio, ahora me vine al centro y tengo clientela desde hace muchísimo tiempo”, contó Carlos Lucero, dueño de un local de calle Mitre, cerca de España.

Carlos afirma que en estos últimos años, el boom de las barberías invadió las calles de San Luis y captó la atención de la mayoría de la clientela joven, lo que dejó desamparados a los peluqueros de la vieja escuela. “Han salido muchas barberías y eso me bajó un montón el volumen de clientes que tenía, pero sigo con trabajo. Por día tendré entre 10 y 15 clientes, depende del movimiento que haya, pero está todo tranquilo”, expresó.

Al ser un peluquero mayor, como él mismo se calificó, sus consumidores también lo son. “Tengo personas adultas, algunos mayores y los niños, claro. Ahora los cortes que más se usan son los que están de moda, los degradé que copian a los jugadores de fútbol sobre todo. Para los más grandes son los cortes tradicionales y los niños quieren lo que está de moda”, agregó.