Villa Mercedes: a la cárcel por balear la vivienda de una mujer

Finalmente ayer la jueza de Garantía 3 de Villa Mercedes, Mirta Ucelay, procesó a Maico Stiven Peñaloza y Orlando Gerant Griffiths, de 23 y 28 años respectivamente, por “Amenazas calificadas por el uso de arma de fuego” y les dictó prisión preventiva por 40 días. Ese será el período que los dos sospechosos deberán permanecer alojados en el Servicio Penitenciario Provincial mientras continúa la investigación. Ambos están acusados de balear la casa de una vecina del barrio 70 Viviendas de Villa Mercedes el sábado 26 de noviembre.

El lunes pasado, Peñaloza y Griffiths enfrentaron una audiencia de formulación de cargos en la que la fiscal de Instrucción 2 de Villa Mercedes, Daniela Torres, les imputó el delito mencionado y ambos optaron por abstenerse de declarar y solicitaron cinco días de prórroga de sus detenciones; pedido al que la jueza de Garantía 3, Mirta Ucelay, dio lugar. Ayer venció ese plazo y se reanudó la audiencia; oportunidad en la que el Ministerio Público Fiscal intentó ampliar la imputación y agregar el delito de “Tenencia de arma de fuego”, pero la magistrada no dio lugar, según señaló una fuente judicial.

Una situación constante 

No es la primera vez que Peñaloza es denunciado por la víctima por amenazas y daños a su casa, ubicada en la manzana 2246 del barrio 70 Viviendas. Según señaló una fuente policial, el 26 de noviembre, alrededor de las 21, la Policía recibió un llamado al Centro de Operaciones que alertaba que en la barriada mencionada había un enfrentamiento entre varias personas y que se habían detonado algunos disparos de arma.

Hasta allí fueron de inmediato agentes de las comisarías 11ª y 24ª, del Comando Radioeléctrico y de la División de Respuesta Inmediata Motorizada (DRIM), pero al llegar no divisaron ningún disturbio. De repente se les acercó una mujer de 43 años, quien les manifestó que minutos antes, cuando estaba en la vereda de su casa, escuchó varios disparos de arma de fuego y aseguró que los efectuaron dos jóvenes que se trasladaban en una moto 110 centímetros cúbicos.

La vecina reconoció a uno de los agresores: dijo que era Peñaloza, a quien ya ha denunciado en otras oportunidades por hechos similares. Señaló que el joven la insultó mientras aceleraba su moto y la amenazó diciéndole que iba a matarla a ella y a su familia y que iba a prenderle fuego la casa.

Esa misma noche tomó intervención en la causa el fiscal adjunto Gastón Yllera, quien fue hasta la escena y, tras interiorizarse sobre lo ocurrido, solicitó que Peñaloza y Griffiths fueran demorados junto a los hermanos Ángel Javier y Sergio Emanuel Rodríguez, de 36 y 37 años respectivamente, quienes en ese momento habían generado una nueva trifulca en las viviendas colindantes a la de la víctima, aunque no quedó claro el motivo de la misma. Todos fueron trasladados a diferentes dependencias policiales por “Averiguación de antecedentes y medios de vida”.

Luego el fiscal les ordenó a los agentes que les tomaran testimonio a los vecinos. El sábado, una mujer señaló que minutos antes de los disparos, Peñaloza había mantenido una disputa con los hermanos Rodríguez, quienes residen en la vivienda colindante a la de ella, por lo que autorizó a los policías y al fiscal a que ingresaran a inspeccionar el fondo de su domicilio.

Allí hallaron una mochila gris, y dentro de ella una escopeta recortada envuelta en una toalla blanca. También durante ese rastrillaje encontraron un cartucho detonado de escopeta de calibre 16 marca Orbea. De inmediato el fiscal le ordenó al personal de Policía Criminalística que les realizaran prueba de dermotest a los cuatro demorados para determinar si alguno de ellos tenía rastros de pólvora en sus manos. Hasta ayer al cierre de esta edición los resultados de esas pericias no habían trascendido.

Al día siguiente de esa inspección, es decir, el domingo, los policías continuaron con las entrevistas a los vecinos. De ellas surgió que Peñaloza y Griffiths fueron los autores de las amenazas hacia la denunciante y de los disparos hacia su vivienda.

Finalmente, ese mismo día, alrededor de las 18:30, el fiscal Yllera ordenó que los hermanos Rodríguez recuperaran la libertad y que Peñaloza y Griffiths pasaran de estar demorados a ser detenidos por “Amenazas calificadas por el uso de arma de fuego”.

Redacción/ALG