Pronunciamientos de unos y omisiones de otros

La conversión en ley del sistema electoral de lemas empezó a acelerar los movimientos políticos de cara a los comicios del año próximo, que aún no tienen fecha. El llamado del Partido Justicialista a los peronistas y panperonistas para este miércoles también contribuyó a ese escenario.

Uno de los que blanqueó su posición en los últimos días fue el Movimiento Vecinal Independiente Provincial (Movipro). El presidente del sello que nació en el Departamento Chacabuco y se viene haciendo fuerte en otros distritos, Daniel Elías, confesó que dejaron de ser parte del frente adolfista y que ven con buenos ojos la convocatoria pública que hizo la presidenta del PJ, María Angélica Torrontegui. Aunque adelantó que no asistirán a la reunión, dejó entrever que están más cerca del oficialismo puntano y que eso dependerá del canal de diálogo que se abra con la actual conducción. Eso sí, esperan ir en lema o sublema con sus candidatos propios.

Según Elías, el fundamento de la mayor cercanía con el Gobierno radica en que los representantes legislativos y ejecutivos que tiene el Movipro en ocho de los nueve departamentos vienen "trabajando en forma mancomunada y bien con los funcionarios de las distintas carteras provinciales".

En consonancia con el adolfismo enrolado en Todos Unidos, se pronunció la Agrupación Progreso para Juana Koslay que tiene como cara visible al exconcejal kirchnerista de esa localidad, Marcelo Vagaría. En un comunicado expresaron que no aceptan una "amnistía", sugieren que "un triunvirato" conduzca el partido gobernante y no se mueven de la propuesta "Adolfo gobernador 2023".

El sector que aún evita manifestarse públicamente es el que está ligado con el mercedino José Giraudo. Esta semana salió en el Boletín Oficial el edicto de reconocimiento de las autoridades tras el proceso eleccionario interno de Sanluiseños por el Cambio, uno de los sellos del exdiputado provincial. Su esposa, la actual legisladora Verónica Causi, es la presidenta, él aparece como tesorero, su hermano Marcelo como presidente del congreso partidario y para romper la hegemonía familiar aparece, entre otros, el nombre del eterno operador político Ignacio Montero, como primer secretario del congreso. Lógicamente a José lo que más le conviene es dilatar un pronunciamiento, dado que su amistad con Alberto Fernández —de hecho es el que tiene el sello en San Luis del partido presidencial— lo lleva a estar al frente de la oficina del Enacom local y desde allí aprovecha a otorgar licencias a más medios ligados a Juntos por el Cambio, con el que él y su espacio se vienen sintiendo más cómodos.