Familias caprineras apuntan a pegar un salto productivo

La Unión de Productores y Productoras Caprinos del norte de San Luis pudo concretar su quinta Feria de Intercambio de Chivitos, después de  sufrir dos años acechados por la pandemia. Saben que juntos podrán lograr lo que sueñan: convertir a la zona en una cuenca lechera.

 

El encuentro fue en el paraje Los Lobos, entre Concarán y Santa Rosa del Conlara, 178 kilómetros al noroeste de la capital puntana. La reunión sirvió para que las familias caprineras expusieran sus mejores chivos e intercambiarlos con sus vecinos para mejorar la sangre de las majadas.

 

También hubo premios para los mejores animales, repasaron las actividades, pero especialmente hablaron del gran desafío que tiene por delante esta asociación, integrada por más de 60 productores de los departamentos San Martín, Chacabuco y Junín.

 

La revista El Campo disfrutó la jornada en la que el grupo se destacó por desarrollar de manera constante una planificación para mejorar la genética de los animales; la infraestructura de los corrales; garantizar la alimentación durante todo el año, sobre todo en el invierno tan crudo para estos lugares; y la provisión de agua.

 

Ahora lograron dar otro salto. Hicieron una primera prueba en la obtención de leche y la comercialización fue más que exitosa y por ello accedieron a un fondo internacional por $32 millones que servirá para desarrollar la ansiada cuenca lechera.

 

  Entusiasmo. Las familias caprineras se encaminan a producir leche en condiciones y con ello aumentar los ingresos.

 

 

“La organización formalizada del grupo de productores en los papeles es nueva, pero venimos trabajando desde hace poco más de diez años. Desde la primera feria, que fue en el 2014, comenzó a tomar forma la asociación. Le pusimos más cabeza para pensar cuáles son las cosas que hacen falta para mejorar el sector. Esto involucra a unas 60 familias de muchos parajes, algunos distantes a muchos kilómetros, lo cual es todo un desafío”, explicó Leo Janjetic, uno de los técnicos que acompaña desde hace varios años y que ahora forma parte del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci).

 

En esta quinta Feria de Intercambio de Chivitos los premiados fueron Claudio Pérez y Arsenio Correa de Los Lobos; Adrián Godoy de Bajo de Véliz; y Paulino Garro de Potrerillo.

 

El Ministerio de Producción donó un macho Boer de Sol Puntano que fue sorteado entre las familias caprineras.

 

Pero el ambiente de confianza, buena fe y hermandad que une al grupo  tiene otro componente sobresaliente, como lo es el protagonismo de las mujeres, tanto en el campo como en la organización.

 

Fany Funes es productora de la zona de Los Quebrachos, en el Departamento San Martín, y es secretaria de la asociación desde hace ocho años: “Es la quinta feria que realizamos con éxito, porque cada vez somos más   los productores participantes. He viajado, conocido y aprendido, y esta actividad te transforma. Como mujer rural perdés el miedo y la vergüenza, sos otra persona. El éxito está en la organización de todos los vecinos de la zona, que dan una mano impresionante. La mayoría de las mujeres trabaja en la crianza caprina”.

 

 Jurado. Griselda Camargo, Jorge Jornet, Pablo Rey y Matías Fernández evaluaron.

 

 

La producción de leche despierta mucho entusiasmo especialmente en las zonas donde tienen electricidad para garantizar la cadena de frío. Por ello el mensaje de Fany a los productores fue que “sigamos con las cabras, no las dejemos, sigamos participando y vamos por la sexta feria”.

 

 La iniciativa de Griselda Camargo de la Uproc, Jorge Jornet (Iafci), Matías Fernández de Senasa, Christian Quantin del INTI y Juan Manuel Celi Preti, Juan Pablo Rey y Gabriela Delgado del Ministerio de Producción.

 

“Lo que nos dio un impulso importante, en 2017, fue un proyecto de la Ley Caprina que nos permitió trabajar principalmente en la mejora de los corrales, la incorporación de la raza boer y la producción de alfalfa en el paraje Los Lobos. Tenemos un tractor y una picadora de forrajes de la asociación. Todo esto nos permitió mejorar adversidades alimentarias, que siempre aparecen en invierno. Ahora tenemos que avanzar, ir sobre cosas nuevas. No podemos volver a hacer proyectos para mejorar los corrales”, detalló Janjetic.

 

Pero ahora quieren pasar a otro nivel.Con muy poco comercializaron 1.800 litros de leche, con solo tres productores, en dos meses, y tienen posibilidades de comercializar mucho más.

 

Un productor juntó 25 litros por día y si actualmente vale $100 el litro, acumuló solo en un día $2.500. Mejorando algunas cuestiones de ordeñe, prolijidad, higiene y sanidad se puede tener un ingreso extra.

 

Julio Irusta, tesorero y productor caprino, del paraje Cañada Rincón, ubicado a 20 kilómetros al norte de Santa Rosa, aseguró que trabaja en una zona muy seca, donde las condiciones son duras para la cabra, pero dijo que la actividad lo entusiasma: “Nunca habíamos vendido leche. Llevamos cinco años con el intercambio de chivitos para mejorar la sangre de las majadas y nos viene dando muy buenos resultados. La gente está muy conforme”, expresó.

 

 Chivo al disco. Los cocineros de  la  Quinta Feria de Intercambio de Chivos fueron Pablo Ramelo, Vicente Burgos y Juan Funes.

 

 

El eslabón más importante del grupo es Lucas Romero, productor de Los Chañares, que cumple su rol de presidente de la asociación. Trabaja con sus padres y hermanos y para él es “un orgullo muy grande que se pueda lograr la feria porque ayuda a conocer mucha gente. Unidos avanzamos mucho másrápido en poder adquirir productos y maquinarias. Soñamos con empezar a hacer pequeños tambos para desarrollar una cuenca lechera que nos dé un ingreso más. Esto no lo hubiéramos logrado nunca si no estuviéramos organizados y con la ayuda de los técnicos”.

 

Christian Quantin es un técnico del  INTI y colaboró con la capacitación en buenas prácticas de ordeñe para que la leche sea un producto de primera calidad, instruyendo a los productores para que puedan extraerla con la mayor técnica de higiene posible y así conservar la calidad de la leche.

 

Celi Preti explicó que la presencia del Ministerio de Producción es un acompañamiento al sector caprino de la zona. "Venimos trabajando en conjunto con Leo Janjetic desde hace mucho tiempo y somos fervientes creyentes que esta es la forma de trabajar. Los productores deben organizarse entre ellos y nosotros acompañamos de afuera", indicó.

 

Rey, responsable del Módulo Genético del Ministerio de Producción, explicó que el chivo boer donado es una de las razas más codiciadas por los productores para cruzarla con sus cabras criollas, para sacar madres con esta sangre.

 

Agregó que la ventaja del boer respecto de las otras razas es que es un chivo con un fenotipo netamente carnicero. Nacen con un peso de 4,5 a 5 kilos, son chivos pesados, la mayoría de las cabras boer son melliceras o trilliceras y tienen una velocidad de crecimiento y una conversión de pasto mucho más rápida, según detalló.