Dos semanas sin Guadalupe: transcurrió otra jornada sin novedades

Cerca de las 20 horas pero hace dos semanas, la pequeña Ema ingresaba a la vivienda de su tía en el barrio 544 Viviendas de San Luis para pronunciar la frase que daría inicio a un calvario: “Guada no está”. Ese punto marcó el comienzo de la incansable búsqueda de Guadalupe Belén Lucero, la niña que este lunes cumplió 14 días desaparecida. Hoy, el operativo para encontrarla se centró en localidades al oeste de la capital y en zonas aledañas a la denominada "zona cero", cercanas al lugar donde fue vista por última vez. No surgió nada relevante. Eric Lucero, padre de la pequeña, organizó una marcha para pedir por la aparición de su hija, y su abogado, Héctor Zavala Agüero, consideró que la investigación debe pasar al fuero Federal.

Este lunes, el centenar de policías que busca a la niña día a día rastrilló zonas en Balde, Chosmes, Alto Pencoso, Jarilla y en los márgenes del dique Berta Vidal de Battini, en Estancia Grande.

Revisaron descampados, arroyos, edificaciones abandonadas, calles y caminos.

Por la tarde, Zavala Agüero destacó que se ha trabajado y avanzado mucho con los rastrillajes, y que el resultado negativo al menos le da al padre esperanzas de que “está por ahí, retenida en alguna casa”.

“Tenemos que encontrar alguna pista firme que nos ayude a dar con el paradero de la nena”, reclamó, y opinó que la investigación debiera quedar en manos de Fuerzas Federales, basándose en que, desde el primer día, la familia recibió llamados extorsivos, un delito que es competencia de la órbita Federal.

Pasadas las 19, Lucero encabezó la marcha a la que había convocado, con escasa participación, de unas 40 personas más los medios.

Lo acompañaron la abuela materna de Guadalupe, Silvia Domínguez, una de sus hijas, Giorgina Cialone, Tania Torres, la tía de Guada y mamá de Ema, la nena que vio cuando se llevaron a la pequeña, y varios vecinos.

"¿Dónde está Guada?", "¡Que aparezca ya!", "¡Queremos a la federal!", gritaron algunos.

Una mujer que se identificó como Silvia, vecina del barrio, acudió a acompañar a la familia junto a su nieta. “Los primeros días en que se extravió también salimos a acompañar a la mamá y al papá. Vivo a dos cuadras de donde desapareció”, comentó, y pidió “que quien la tenga que la entregue. Por favor, tiene que estar con su familia”.