Caso Laura Godoy: Alaniz se dijo inocente, habló de un crimen narco

Cristian Alaniz, detenido por haber matado a su expareja, Laura Godoy, hizo este viernes lo que su defensor adelantó hace un par de semanas: amplió su declaración indagatoria ante la jueza Penal que lo procesó por el femicidio, Patricia Besso. Y, entre lo que le relató a la magistrada, dejó entrever que el asesinato de la joven pudo ser consecuencia del vínculo que, según él, la víctima tenía con la venta de drogas, razón por la que más de una vez ella recibió amenazas de muerte.

La indagatoria arrancó alrededor de las 10 y duró una hora y media. "Mi cliente básicamente mencionó los movimientos de la chica respecto al ámbito de los estupefacientes, con quiénes se relacionaba, quién la proveía de sustancias... Aunque los tiene, no dio nombres por recomendación mía", comentó Bautista Rivadera, el abogado de Alaniz.

El acusado dijo que cuando estaba en lo de su expareja durante la madrugada se presentaban personas "para preguntarle a ella si le hacía falta droga y para hacerle rendición de cuenta". "También mencionó algunos episodios en los que le tocó escuchar las amenazas de muerte que recibió la chica de parte de dos personas puntualmente", detalló el letrado.

Comentó que una vez la Policía le encontró a la víctima "determinada cantidad de droga en un operativo".

Besso le preguntó al acusado si recordaba el nombre de alguno de los efectivos de Lucha Contra el Narcotráfico que intervinieron en tal procedimiento y Alaniz nombró a una mujer policía.

Luego, la jueza le hizo cinco o seis preguntas sobre las características físicas de las personas del ámbito de la droga con las que la mujer supuestamente se relacionaba, dijo Rivadera. Sin dar nombres, el acusado contestó cada una de las preguntas. Por último, Alaniz volvió a "reafirmar su inocencia, manifestando que no tiene nada que ver con el hecho que le están atribuyendo", agregó.

Para el defensor no hay ninguna prueba contundente que demuestre que su cliente asesinó a Godoy.  "A él le encuentran un celular de la víctima en el patio de su casa y, desde un primer momento, sostenemos que ese teléfono fue plantado porque donde lo hallaron es una zona en común", subrayó.

Recordó que la autopsia determinó que la joven murió alrededor de las 10 de la mañana del 26 de julio. Teniendo en cuenta ese punto, según él, está más que probado que el imputado no la asesinó, porque a esa hora trabajaba en una cantera a las afueras de Tilisarao. "Tenemos el testimonio del remisero que lo fue a buscar a las seis de la mañana... Después mi cliente estuvo todo el día en la cantera hasta que la familia lo fue a buscar porque lo había citado la Policía", dijo el abogado.

Rivadera aclaró que no presentará más pruebas, porque no tiene nada que demostrar, esa es tarea del fiscal y la querella, expresó.