San Luis tiene dos empresas top 10 en producción porcina

La producción intensiva de cerdos viene creciendo en la Argentina. Cada vez son más los establecimientos que adoptan las nuevas tecnologías en cuanto a conversión de granos en carne y logran altos porcentajes de preñez y destete, sobre todo con la mira puesta en la exportación. San Luis, en los últimos años, pasó a ser una provincia de referencia, ya que pasó a cobijar dos emprendimientos grandes, que están incluidos en el top ten de las granjas que más producen.

Uno, de capitales rosarinos, tiene una trayectoria más extensa, se trata de Paladini, que cuenta con una planta de producción en La Toma y es el número uno del país, con 11.600 madres en producción entre sus tres granjas. El otro desembarcó durante la presidencia de Cristina Kirchner, está en Juan Llerena bajo el nombre de Yanquetruz y está manejado por la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Cuenta con 2.900 cerdas en instalaciones con la mejor tecnología, al punto que el contingente inicial llegó en su momento desde Brasil vía aérea en un charter refrigerado.

Con el proyecto de las granjas con inversión china algo demorado, hay muchas empresas locales que están entusiasmadas con aprovechar ese nicho de oportunidades en el exterior, pero que a la vez ven con buenos ojos cómo el consumo interno de carne porcina está en pleno crecimiento. Se debe sobre todo al retroceso que sufre la carne vacuna debido al alto precio en los mostradores, pero también a cierto cambio en las costumbres alimenticias de los argentinos.

Desde hace unos meses el consumo de carne de cerdo viene en alza y sus productores festejan cada vez que llegan noticias sobre la suba de los precios de la carne vacuna en el Mercado de Liniers, ya que junto con el pollo son los sustitutos ideales ante bolsillos agotados. Con un salto en la producción del 5% y una caída en las ventas externas debido sobre todo a que China se está recuperando luego de sufrir los efectos de la peste porcina africana, este año el consumo porcino cerrará en torno a los 20,5 kilos por habitante y por año según el sitio web www.elproductorporcino.com, su nivel más alto de la historia.

El especialista Juan Luis Uccelli, quien conoce a fondo el negocio porcino porque es productor y además está al frente de JLU Consultora, adelanta que “en los próximos diez años el consumo de carne vacuna tenderá a la baja y podemos especular con un consumo interno de carne de cerdo de 30 kilos per cápita”.

En la práctica, son más de 3.400 los productores que regularmente envían capones a faena. Este año cerrará con 8,8 millones de cabezas y un volumen de hasta 830.000 toneladas, siempre según la proyección de Uccelli. Los datos oficiales son más conservadores. Si bien se habla de una diferencia de 17 puntos, algunas fuentes del mercado elevan ese porcentaje a 30, lo que supone una significativa presencia de la economía informal.

En los hechos, si en la década del 90 hacía falta reunir al 40% de los productores para explicar el 50% de la faena; hoy basta con sumar el 2%, es decir, las primeras 100 granjas aportan la mitad de los capones. A su vez, las 620 firmas más prominentes acumulan el 86% de la producción.

En los próximos diez años el consumo de carne vacuna tenderá a la baja y el de cerdo puede llegar a 30 kilos per cápita”. Juan Uccelli, productor porcino y consultor de varias empresas del sector.

 

En ese pelotón de grandes productores, los 13 primeros, tomando aquellos que superan las 2.500 madres, acaparan casi el 25% de la producción. Otro caso de atomización explícita, sobre todo si se compara con su prima hermana, la actividad avícola, donde el principal productor (granja Tres Arroyos) tiene el 30% del mercado.

En el país, el stock de madres porcinas asciende a 380.000, incluidas unas 80.000 cerdas en manos de los productores más pequeños. Eso significa que el promedio de producción nacional ronda los 2.300 kilos por madre, pero entre los que cuentan con la mejor tecnología ese número trepa a 3.000; e incluso entre los más eficientes alcanza los 4.000 kilos por cerda cada año.

El periodista especializado Facundo Sonatti hizo un repaso del quién es quién detrás de los mayores productores de cerdos, tomando como referencia el número de madres. En ese grupo, afortunadamente, la presencia del capital argentino es absoluta. En un sector que demanda al menos US$5.000 por madre para alcanzar los estándares sanitarios y productivos de excelencia de los cuales goza la Argentina. A continuación, se detallan las granjas que cuentan con al menos 2.500 madres, entre las cuales están las dos que tienen presencia en San Luis y fueron detalladas líneas arriba.

Como quedó dicho, Paladini es el número uno en faena y participación en el mercado local, además de contar con la marca más reconocida en materia de fiambres. Sus 11.600 madres hacen punta en producción primaria y su desarrollo en La Toma va de la mano de ese liderazgo. El segundo es Averaldo Giacosa, quien maneja 8.000 cerdas entre Santa Fe (La Piamontesa) y Córdoba, donde desde hace unos años estableció una granja propia con 500 animales luego de comprar la marca Campo Austral.

Completa el podio Pacuca, el establecimiento de la familia Blaquier, que tiene 7.000 madres que producen para la marca Cabaña Argentina. Sus granjas están en Roque Pérez y el año que viene inaugurará un frigorífico propio tras una inversión de 35 millones de dólares.

Le siguen las cordobesas Isowean (6.500 madres, aspiran a llegar a las 10.000) y BLD (5.000 y algunos problemas económicos); el Grupo Ricillo (5.000 en dos granjas en Buenos Aires); La Pelada (4.300 en Santa Fe); Las Taperitas (4.000, son los santafesinos de Ilolay) y AGD (3.000 en Córdoba, en San Luis hacen maní y algodón).