Denuncian que una clínica no atendió a un paciente grave que luego murió

Ramón Esteban Arrieta llegó con su esposa, Adriana, al hospital de Buena Esperanza con un dolor inusual en el abdomen. Luego de examinarlo, el cirujano que lo atendió supo que el malestar no era algo para tomar a la ligera y que requería de estudios urgentes, que podían realizarle en Villa Mercedes. Por eso lo derivó. La pareja viajó de inmediato a Villa Mercedes y, una vez allí, optaron porque el hombre fuera asistido en el Hospital Privado de la Villa, con la idea de que en esa clínica recibiría la mejor atención posible. Pero a las pocas horas de haber puesto a su esposo en manos de ese centro médico, ella y su familia se arrepintieron para toda la vida, dijo la mujer. Denunciaron que, a pesar del grave cuadro de Ramón, lo mantuvieron durante cuatro horas con calmantes en una sala común y que recién le brindaron asistencia cuando un infarto lo tumbó en el suelo, causándole la muerte minutos después.

Por su parte, este miércoles, el director médico del Hospital Privado de la Villa, Andrés Orive, a través de un comunicado explicó que Arrieta ingresó al centro médico a las 14:30 del miércoles 8 de diciembre. Detalló que el hombre presentaba un dolor abdominal y que "en el proceso de estudio sufrió una muerte súbita".

Ramón amaneció el miércoles 8 con un profundo dolor abdominal. No era normal, porque el hombre de 58 años no padecía ninguna enfermedad, contó su cuñada Alicia. Por eso fue, en compañía de su esposa, al hospital de su localidad, Buena Esperanza. El médico que lo examinó, de apellido Soriano, le dijo que debían practicarle urgentemente una ecografía porque lo que tenía "podría llegar a ser una pancreatitis", dado que a los glóbulos blancos "los tenía por las nubes", relató la mujer.

El paciente fue trasladado en una ambulancia y, después de una hora y cuarto de viaje, arribaron a Villa Mercedes. Pasadas las 14, llegaron al Hospital de la Villa.

Una vez en el sanatorio privado se enteraron de que solo había una médica de turno. "Mi hermana (Adriana) estuvo toda la tarde suplicándoles que por favor atendieran a su marido. Le pedía que llamaran al cirujano, que le hicieran la ecografía, porque si vos venís de un traslado de Buena Esperanza, con el pedido del médico de allá que el paciente sea visto por un cirujano, no es por cualquier cosa", manifestó Alicia. Pero dijo que los enfermeros lo único que hicieron fue contestarle que el cirujano "ya iba a venir, ya iba a venir".

Cerca de las 18:30 Ramón sufrió un infarto. "Cayó seco y recién ahí lo llevaron a terapia intensiva y lo asistieron", contó Alicia. "Estuve casi cuatro horas pidiendo que fueran a ver a mi marido y nadie lo hizo", remarcó Adriana. Calculan que falleció por una peritonitis.

"La médica de turno que estaba es una chica joven, que apenas está haciendo la residencia ahí. Varias veces mi hermana preguntó '¿cuándo va a venir la doctora?', y le decían 'ya va a venir' o 'ya voy' y no iba. Lo dejaron morir", aseveró Alicia.