El 17º Cruce a la Florida tuvo todos los ingredientes
En una mañana a pleno sol hubo más de 500 de participantes, entre ellos Cecilia Biagioli, que nadó 800 m y después 3K.
El clima ideal, el dique en óptimas condiciones, la ansiedad de los participantes por largar. En la previa, todo estaba dado para que la 17ª edición del Cruce a la Florida fuera una gran competencia. Y eso ocurrió.
Los primeros en salir a escena en la prueba que tuvo como epicentro el Club Náutico y de Pesca La Florida fueron los nadadores de 400 metros, entre ellos muchos niños, niñas y jóvenes. Sus sonrisas podían notarse por ser parte de esta gran fiesta deportiva.
Pasadas las 10 se puso en marcha el cruce propiamente dicho con los 800 metros. Ahí ya comenzó a palpitarse que faltaba poco para las distancias más largas.
Y un rato antes de las 11 de la mañana fue el momento de las carreras competitivas. En ese grupo de nadadores hubo una figura que jerarquizó la competencia: Cecilia Biagioli, quien compitió en cinco Juegos Olímpicos —Sídney 2000, Atenas 2004, Beijing 2018, Londres 2012 y Tokio 2020—.
"Estoy agradecida a toda la gente del Área Club por la invitación y por llevar adelante esta hermosa carrera", le dijo la cordobesa a El Diario tras nadar 800 metros. "Además estoy disfrutando y conociendo la provincia", agregó. Tras una breve pausa, fue otra vez al agua y completó los 3K.
En 1.500 metros, que completaba una vuelta al circuito marcado con boyas, hubo 207 competidores que completaron la prueba (106 caballeros y 101 damas). En 3K —dos giros al trazado— fueron 107 nadadores que cruzaron la meta (71 varones y 36 mujeres); y en 4,5K —tres vueltas— concluyeron 62 valientes (46 en la rama masculina y 16 en la femenina).
El Cruce a la Florida incluyó a todas las edades y niveles: hubo más de 500 participantes. Y un gran número tuvo su debut en este tradicional evento. Para otros fue un broche de oro de un año de entrenamiento; y no faltaron los que quisieron mejorar su performance de años anteriores. Pero lo verdaderamente significativo fue ver cómo cada deportista recibía, además de la medalla finisher, un aplauso en reconocimiento a su esfuerzo.
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