Lo juzgan por abusar de sus dos hijos y su exhijastra: volvió a negar todo

A.A.P. está a horas de conocer si su destino será permanecer en la cárcel los próximos años o si, por el contrario, recuperará la libertad, puesto que los jueces de la Cámara Penal 2 de Villa Mercedes, quienes lo juzgan por abusar de su exhijastra y de dos hijos biológicos, este jueves escucharán lo que cada parte tenga para alegar en el debate oral, para luego deliberar y dar su veredicto. Pero antes de eso, este miércoles, en la última audiencia prevista para escuchar a testigos, el acusado pidió declarar. Dijo lo mismo que le aseguró hace dos años al juez de Instrucción: negó haber abusado de la hija de su expareja y de los dos hijos que tuvo con la mujer. Admitió que con los chicos jugaba mucho a las cosquillas, pero remarcó que nunca los tocó en sus partes íntimas. Se autodefinió como un padre presente y dio a entender que fue denunciado por su ex porque él decidió separarse después de muchos conflictos en la relación.

El hombre de 47 años contó que conoció a su ex cuando hacía unos trabajos de construcción en su casa. Cuando la mujer se separó de su marido, comenzaron una relación, dijo. Ella ya tenía dos hijas, de 1 y 2 años. "A los seis años de convivencia nacieron nuestros hijos", relató.

Narró que la relación siempre fue "a los empujones", porque él trabajaba mucho, como 12 horas diarias, y la denunciante era muy celosa. Según él, no le gustaba ni que fuera a visitar a su madre, aun cuando la mujer fue operada de cáncer.

Los problemas empezaron después de dos años de convivencia, aseveró. Relató que debido a las constantes peleas, cuando sus hijos tenían 4 o 5 años, él decidió irse de la casa. Pero volvió porque la denunciante lo buscaba constantemente.

Explicó que la armonía duraba poco en el hogar, apenas una o dos semanas, y que luego la mujer volvía a hacerle problemas, lo que lo llevó a separarse varias veces. Dijo que a pesar de los conflictos con su pareja, jamás se alejó de sus hijos.

Se refirió puntualmente a un "episodio con C.", su hijastra. Relató que una noche, en 2010 o 2011, a las dos de la mañana, escuchó llorar a la chica. Cuando le preguntó qué le pasaba, su hijastra le respondió que tenía mucho frío y le dolía el estómago, y le dijo si se podía acostar con él, para darle un poco de calor. A.A.P. contó que la tapó con una frazada, se acostó a su lado y le sobó la panza, para calmarle la molestia.

Refirió también que con sus hijos G. y P. jugaba siempre a las cartas, a la lucha y que se hacían cosquillas entre ellos, como "hacen todos los padres". Y afirmó que nunca manoseó a los chicos y que la denunciante fue testigo en muchas oportunidades de esos juegos con cosquillas.