Crimen a la salida de un boliche: la defensa apelará la resolución

Bautista Rivadera, el abogado de Alán Guzmán, el joven enviado a prisión por matar a puñaladas a Cristian Gil, a la salida del boliche "Barrio Bajo", le había pedido al juez a cargo de la causa que cambiara la calificación del delito que le adjudica a su cliente. Pero el juez de instrucción Penal 1, Alfredo Cuello, no lo hizo. Mantuvo la de "Homicidio simple" y procesó a Guzmán por el mismo. Por eso el abogado recurrirá a la Cámara Penal y apelará la resolución del magistrado instructor, porque considera que, entre otros puntos, el asesinato de Gil se dio en medio de una riña y no está probado que su defendido sea el responsable de las puñaladas que lo mataron.

El letrado solicitará, entonces, que la calificación del delito mute a "Homicidio en ocasión de riña". Comprende que el asesinato del joven de 22 años se dio en una pelea en la que intervinieron unas 20 personas y que ningún testigo mencionó que haya visto puntualmente a Guzmán con el cuchillo y que él lo haya matado. "Esto es un homicidio en riña, que es cuando se ocasiona la muerte de alguien en una pelea y no se puede saber quién fue la persona que dio el golpe mortal", argumentó.

Aunque debe esperar la resolución de la Cámara, el defensor comentó que su intención es presentar testimonios, pericias psicológicas y psiquiátricas e informes médicos de su cliente para dar cuenta que sufre una grave adicción a las drogas. "Quiero demostrar, en el hipotético caso de que logre cambiar la calificación, que si hubiese sido el autor del hecho él no actuó a conciencia en función de estos problemas de adicción, que los reconoció ante el juez en la indagatoria y pidió ayuda por eso", explicó.

Además de la dependencia a las drogas, el abogado remarcó que Guzmán vivía en un contexto difícil, de constante violencia, en el barrio San Antonio. Y eso explica, aunque como abogado no avale la conducta de su cliente, por qué el joven últimamente circulaba por la calle armado con un cuchillo. "Obviamente no correspondía que anduviera con un cuchillo, pero también un poco se justifica por una cuestión de seguridad porque vivía en un barrio en el que hay bandas y problemas (...) Es más, hace poco había sido víctima de un robo y quien robó lo hostigaba y lo había agredido hacía un mes con un arma blanca también", contó el letrado.

Rivadera anticipó, por otro lado, que hará hincapié en la inconstitucionalidad de la prisión preventiva. Explicó que la misma es una medida cautelar para asegurar el éxito del proceso y que solo debe dictarse cuando está probado que en libertad el procesado puede entorpecer la causa o fugarse y también cuando la pena mínima del delito investigado es mayor a tres años de cárcel. "La prisión preventiva debería ser la excepción, pero acá desde hace muchos años los jueces se agarran simplemente de la escala penal para dictarle la preventiva a cualquiera", expresó.