La primera “pepa” de Martín

El tipo de las anécdotas imposibles. Un día como hoy, pero en 1997, Martín Palermo pudo convertir para Boca. El arco le era esquivo pero en ese partido contra Independiente marcó a los 30 segundos por la séptima fecha del Torneo Apertura. De esa manera, comenzó su andadura por el “Xeneize”, donde se convirtió en el máximo goleador de la historia del club, con 236 goles.
El platinado de 23 años llegó a Boca a pedido de Diego Armando Maradona. Fue por 3.570.000 dólares. Paradójicamente, fue compañero de sus archirrivales de la infancia: Guillermo y Gustavo Barros Schelotto. El técnico, Héctor “Bambino” Veira, los hizo concentrar en la misma habitación. Y del odio al amor, hay un paso.
Su primer gol en La Rivera tardó 452 minutos en llegar. Ahí se destapó su puntería. Uno de sus primeros tantos claves fue el marcado a River Plate el 25 de octubre. Así debutó en la red en el Superclásico del fútbol argentino. Encima, sirvió para vencer por 2-1, luego de ir perdiendo. Ese día comenzó su romance con el hincha.
El delantero “pincharrata”, además, compartió el campo junto a Maradona, Claudio Caniggia y Juan Román Riquelme, entre un sinfín de ídolos.
Para inmortalizar su estadística como jugador —imposible hacerlo en este breve espacio—, Palermo se convirtió, con 36 años, en el mundialista más veterano en marcar en Copas del Mundo. Fue el 22 de junio de 2010, con el segundo gol ante Grecia. Maradona dirigía a ese equipo en Sudáfrica.
Ya pasaron 23 años desde esa conquista. La misma edad que tenía el “Titán” cuando hizo enloquecer a los boquenses con una “pepa”.