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Disminuirán la estructura de funcionarios de Obras Sanitarias

Para reducir el gasto público del organismo municipal. De los 139 empleados, 45 tienen cargos de jerarquía. Destinan 15,5 millones de pesos por mes para pagar salarios.

Por redacción
| 14 de agosto de 2020
Decisión. El administrador dijo que toda la sociedad debe conocer la realidad y los problemas de la institución.

La administración de Obras Sanitarias Mercedes (OSM) busca dar un volantazo en la conducción del organismo y reducirá su planta de funcionarios para intentar equilibrar las cuentas de un área que brinda dos servicios básicos y que a menudo está en el centro de las críticas de los vecinos. De los 20 millones de pesos que reciben de los usuarios por mes, aproximadamente 15 millones y medio son destinados a pagar los salarios de una estructura institucional muy grande que tiene un nivel de recaudación muy bajo.

 

Luis Gil, quien está al frente de la dependencia municipal desde diciembre, sacó de abajo de la alfombra una serie de datos para mostrar los que considera malos manejos que se han perpetuado en la institución. “Hay que correr el velo y que todos sepan lo que pasa, para que todos los sectores, como el Concejo Deliberante, los partidos políticos, la prensa y los ciudadanos se involucren en esta discusión”, enfatizó.

 

El directivo explicó que cuando asumió, se encontró con una batería de problemas que ha intentado subsanar, pero que todavía pone en riesgo la salud de las prestaciones de agua y cloacas. En primer lugar, contó, se toparon con un estrecho cumplimiento en el pago de tasas: apenas el 29% de los villamercedinos abonaba las boletas. Gil aseguró que en estos 8 meses de gestión han logrado elevar cuatro puntos este porcentaje, pero que aun así el caudal de gastos es muy grande comparado con el de los ingresos.

 

Y en ese apartado es donde todos los focos apuntan al abultado organigrama institucional. En OSM hay 6 gerentes, 6 subgerentes, 16 jefes de programas y 17 de subprogramas. Es un total de 45 personas con cargos jerárquicos en una planta de 139 trabajadores. “Los empleados son nuestro motor, los que resuelven los problemas, los que están en la calle, los que pasan frío; quienes están enterrados en el pozo con el agua hasta el cuello, de día o de noche; y quienes cargan sobre sus hombros la parte más sacrificada, pero son los que menos ganan. Un gerente cobra entre 130 y 145 mil pesos, mientras que el personal no gana ni la mitad”, reveló.

 

Por ello, dijo, buscarán ser un poco más justos en la distribución de las remuneraciones, pero también transparentar el funcionamiento de la dependencia. “Tenemos que dar el ejemplo. Le pedimos a la gente que pague las tasas, que haga su aporte, pero también debemos demostrar que somos serios y honestos y que estamos haciendo lo que muchos votaron en las elecciones del año pasado, que es un cambio”, admitió.

 

Aunque no anticipó cómo quedará conformada la planta ni cuántos puestos quitarán, Gil aseguró que quieren concretar la reestructuración antes de fin de año. De esa forma, planteó, intentarán ahorrar recursos para asignarlos a realizar mejoras en la prestación de los servicios y en las instalaciones con las que cuentan.

 

Es que en diciembre de 2019, OSM tenía un déficit de casi 3,5 millones de pesos mensuales. El administrador afirmó que han logrado equilibrar la balanza, pero que cargan con una “deuda oculta” por la falta de mantenimiento y de inversiones en la infraestructura principal.

 

Por ejemplo, la planta potabilizadora del dique Vulpiani, la más importante de la ciudad, funciona solo al 50% de su capacidad y necesita arreglos por 10 millones de pesos. La estructura que abastece al barrio La Ribera tiene una producción de solo el 30%; y el tratamiento de efluentes tiene una gran cantidad de roturas.

 

 

 

Un gerente cobra de 130 a 145 mil pesos, mientras que los empleados no ganan ni la mitad y son nuestro motor (Luis Gil)

 

 

 

Una gran “deuda oculta”

 

El Vulpiani, a la mitad

 

La planta potabilizadora del dique trabaja solo al 50% de su capacidad porque uno de los dos módulos está completamente fuera de servicio. Invierten unos 10 millones de pesos para arreglarlo antes de la llegada de los calores.

 

 

Un tercio en La Ribera

 

En la planta que abastece de agua al barrio no funciona el sistema de captación subálvea. Por eso, recurren a perforaciones que dan solo un 30% del caudal necesario.

 

 

Cloacas

 

El tratamiento de efluentes requiere de una inversión de 19 millones de pesos para solucionar los desperfectos actuales.

 

 

Maquinarias

 

Cuentan con solo tres camiones desobstructores que son muy viejos. Comprarán uno nuevo a un costo de entre 15 y 19 millones de pesos.

 

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