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La querella: "Sobran pruebas contra Rosendo"

La representante de la ex del legislador dijo que debería estar tras las rejas desde que violó una orden judicial.

Por redacción
| 10 de junio de 2020
La vivienda desvalijada. Está en Italia 426 y es propiedad de Smata. Foto: Juan Andrés Galli.

Para Leticia Latini, la abogada de Ivana Massimino, la ex del senador provincial Ariel Rosendo, el llamado a indagatoria y la orden de arresto del legislador no son una sorpresa. "Hay pruebas de sobra, que demuestran que entró y saqueó la casa", que es propiedad de Smata (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor), y su lugar de residencia cuando era dirigente de ese gremio, expresó.

 

Las pruebas que lo ubican en Italia 426 vaciando la vivienda con la ayuda de otras personas y en compañía de su hija de 12 años son, para empezar, las declaraciones de varios vecinos que la mañana del lunes 18 de mayo lo vieron violentar el ingreso al domicilio, dijo. "Están hasta los informes de los llamados que los testigos hicieron al 911", indicó. "Y todavía quedan muchas más pruebas por producir", acotó.

 

De hecho, si fuera un ciudadano común, uno que no está protegido por la inmunidad legislativa, debería haber sido detenido una de las tantas veces que desobedeció la orden judicial que le impide estar a menos de 200 metros de Italia 426, la vivienda en la que robó y donde vivía cuando aún era pareja de Massimino, señaló la abogada.

 

Contó que su clienta está en shock desde que se enteró de la sustracción de los bienes del gremio y de sus pertenencias. "Él (Rosendo) tiene un ensañamiento desmedido con Ivana. Si se metió impunemente en la vivienda, no sé qué hubiera pasado si ella hubiera estado adentro", manifestó. Dijo que Massimino padece, sobre todo, porque desde fines de enero el legislador tiene la tenencia de su hija. "Ivana sufre mucho porque él levantó a su hija temprano para ir a cometer un ilícito", comentó la abogada.

 

Latini dijo que, desde que la nena está al cuidado de su padre, se ha cansado de presentarle a la jueza de Familia, Lorena Báez, los innumerables mensajes que le llegan a su clienta, en los que presuntamente la niña le dice a su madre que ya no quiere verla más. Pero, a su entender, estos son escritos por el senador. Supone que él manipula a la pequeña y la ha puesto contra su madre.

 

"Lo menos que esperamos ahora es que el Senado vote por el desafuero, para que él sea tratado, juzgado y condenado como un ciudadano más", refirió la letrada.

 

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