Volvieron a marchar por la aparición de Abel Ortíz

Su nombre está escrito con letras rojas en los carteles, donde su inconfundible sonrisa permanece a pesar del tiempo, de la angustia y las caminatas. La tarde de este sábado, familiares, amigos y allegados de Abel Ortiz participaron de la marcha número 36 para exigir Justicia por su desaparición. Las calles de Villa Mercedes volvieron a ser escenario del incansable reclamo.

Unas cien personas de distintas edades pidieron a viva voz, con palmas, banderas y pasacalles que el Poder Judicial no “se olvide del caso”.

Con un megáfono en mano, vestido con una remera blanca con la foto de ‘Pochi’ –como le decían al joven desaparecido-, Ariel Ortiz, hermano de la víctima, repetía las consignas y las exigencias.

El recorrido comenzó a las 18:30 en la plaza del ex Viejo Mercado. Mucha gente común, vecinos y comerciantes, al ver o escuchar pasar la marcha salieron hasta la vereda y aplaudieron en señal de apoyo. Ésos pequeños gestos parecieron reconfortar a la familia de Abel, a quien vieron por última vez el 16 de setiembre de 2014.

En cuanto a la causa que lleva adelante el juez instructor Penal 2, Leandro Estrada, las últimas medidas fue el envío de los celulares secuestrados a los tres principales sospechosos del caso: su ex, Alejandra Espinoza y su amante, el ex comisario Marcelo Acevedo, y María Vázquez, amiga de Espinoza. Los aparatos fueron trasladados hasta Mendoza para que los peritara personal especializado de la Oficina de Observaciones Tecnológicas de la policía mendocina.

Si bien reconocen que Estrada es una de las personas que más se esforzó por esclarecer el caso, la familia de “Pochi” no encuentra avances sólidos y espera novedades en las próximas semanas.

“Nuestro pedido es el de Justicia. Queremos que la causa avance. Todo es demasiado lento. Porque nos avala un gran expediente y a sabiendas de que hay cuarenta testigos hoy la causa no tiene detenidos. Pretendemos más celeridad, la Justicia tiene una gran cuenta pendiente con nosotros”, expresó Ariel.

“Hay situaciones que, al no tener Justicia, muchas veces te duelen en el día a día. Por ejemplo: fui con mi hijo a un festejo de fútbol infantil y ¿con qué me encuentro?. Con que el fotógrafo de esa fiesta de chicos y deporte era Marcelo Cecilio Acevedo, que está libre y entre nosotros. Son cosas muy chocantes y que duelen”, añadió.  

“Las marchas nos ayudan a mantener vivo el nombre de mi hermano. Él fue víctima de una asociación ilícita. Por eso pedimos que la gente se sume. Esto que le ocurrió a Abel le puede pasar a cualquiera, fue víctima de un poliladrón, de un policía delincuente. Por eso cuando los vecinos, la gente, nos apoya, nos pone bien. También sabemos que hay buenos policías que nos quieren ayudar”, cerró Ariel.