Armados, en apenas dos minutos, asaltaron un supermercado chino

Todo quedó registrado en las cámaras de "Macro”, el supermercado chino ubicado en la zona sur de San Luis. Dos hombres, que llevaban sus rostros parcialmente cubiertos por un tapabocas, entraron al comercio ubicado en el bulevar José Aguirre a las 20:02 del viernes. Uno se quedó cerca de la puerta, el otro avanzó en dirección a la caja. Allí, después de darle a entender al cajero que tenía un arma de fuego en la cintura, del lado derecho, consiguió alzarse con dinero. Todo duró dos minutos. Luego escaparon.

Según lo informado por personal de la Comisaría 3ª —la seccional que tiene jurisdicción en la zona—, a las 20:19 recibieron el aviso de que se había producido un robo en el negocio ubicado en el bulevar, a la altura del 500. Los efectivos, que estaban en un operativo en la calle, se dirigieron al lugar después de recibir el alerta por radio. A las 20:24, la patrulla ya estaba allí.

Al llegar se encontraron con un hombre y mujer que estaban en la puerta. El varón, Dai Zonghan, de unos 45 años, es el propietario del comercio. Si bien no fue del todo sencillo obtener de parte de ellos un relato claro de lo sucedido

—por la barrera del idioma—, las referencias que dieron se complementaron con la visualización que la Policía hizo de las filmaciones de las cámaras de seguridad.

Cuando ocurrió el atraco, Zonghan estaba en una cabina ubicada en el lateral derecho, donde está el sistema de videovigilancia, y de allí no se movió hasta que los ladrones se fueron.

El supermercado tiene dos cajas, pero la única que estaba habilitada era atendida por un cuñado del dueño. En los videos se pudo observar que llegaron dos hombres y que ambos tenían buzos negros y gorra, además de los tapabocas. Uno se paró enfrente de la puerta y el otro se tocó la cintura, dando la pauta de que estaba armado.

No hubo disparos, empujones ni golpes. Pero esa acción —que tuvo un propósito claramente intimidatorio— determinó que el cajero le entregara unos 8 mil pesos que había allí. Lo hizo después de que el asaltante le dijera “poné”, señalándole un maletín.

El cajero levantó las manos y se corrió, en tanto que el ladrón ingresó atrás de la caja y tomó el dinero. Luego, antes de salir, agarró unos 15 paquetes de cigarrillos que había en el piso, en la parte lateral de la caja, y también los metió en el maletín. Luego, él y su cómplice salieron a pie, hacia el oeste.

Si bien se hicieron cargo de las diligencias preliminares, la investigación la asumió la Dirección de Investigaciones, según lo referido por una fuente de la seccional 3ª.

MM