Proyectaron en Villa Mercedes la avant premiere de "Una casa con diez pinos"

En los detalles se notan las buenas ideas y las intenciones de las películas. En la primera proyección de "Una casa con diez pinos" que se realizó el sábado en una sala del Cine Fénix de Villa Mercedes la producción colocó al lado de los banners una motoneta -elemento fundamental en la trama- y algunos otros objetos de la escenografía para que la gente se saque fotos.

El filme es independiente, por lo que el dinero no es precisamente lo que sobró para la filmación y muchos menos para la presentación, pero el equipo dirigido por Martín Ochoa, el director, se las ingenió para disimular con ingenio la falta de presupuesto.

"Tengo un equipo de primera que me hace sentir orgulloso de este trabajo", dijo el director, visiblemente emocionado después de la proyección. La emoción, justamente, fue un sentimiento que abrazó a muchos en la noche villamercedina.

Al hecho de poder sacar adelante el proyecto con cientos de obstáculos se sumó un imprevisto durante la posproducción que se reflotó el sábado: el recuerdo de Matías Vigna, productor de la película que falleció electrocutado en noviembre del año pasado.

Cuando la esposa del productor y su pequeña hija llegaron a la sala muchas lágrimas no pudieron contenerse.

Uno de los actores que estuvo en la presentación fue Matías Desiderio, quien tuvo un papel de villano en "Simona" y se puso a las órdenes del director para la película villamercedina. "Trabajar con Martín es un lujo y un placer, nos hicimos muy buenos amigos", dijo el actor que pasa la mitad de su año de trabajo en Los Ángeles.

Buena parte del ambiente artístico de Villa Mercedes estuvo el sábado en la sala, que estuvo llena: funcionarios, actores, amigos y algunos de los chicos que reciben tratamiento con aceite de cannabis -que además participaron en el filme- vieron la película con sensaciones satisfactorias.

Su presencia no es caprichosa: el argumento de la película trata sobre lo difícil que resulta para las familias recibir el producto que tan bien les hace a sus dolencias.

Antes de comenzar con la proyección, Ochoa, vestido de completo negro, recordó una vez más a Vigna y aclaró que lo que se iba a ver no era  el film terminado, que en un mes más estará finalizada la post producción. "Le faltan algunos detalles", dijo, detallista, el director.

Por supuesto que a nadie le importó eso que Ochoa tuvo necesidad de aclarar. La emoción fue tal en la noche villamercedina que por esa vez no importaron las cuestiones técnicas.