Un comisario persiguió a su ex y le dañó el auto a un penitenciario

La persecución terminó en la casa del guardiacárcel, quien disparó contra el policía y fue detenido por intento de homicidio. Este viernes 10 de mayo quedó en libertad.

El agente penitenciario que había sido detenido hace una semana, acusado por la tentativa de homicidio de un comisario de la Policía provincial, recuperó la libertad ayer. El juez Penal 1 de San Luis, Marcos Flores Leyes, entendió que Claudio Sebastián Torres no había tenido la intención de matar a Marcelo Ariel Sosa cuando disparó con su arma reglamentaria contra el auto en el que el policía andaba con un amigo. El imputado, que terminó procesado por abuso de arma, declaró que reaccionó así porque tenía mucho miedo: Sosa lo había perseguido a lo largo de muchas cuadras y le había roto el auto a golpes.

La investigación judicial que resultó en la detención y el procesamiento de Torres se inició con la denuncia que hizo el comisario Sosa, conocido en la fuerza con el alias de “Caballo Verde”. Pero ahora, la defensa de Torres va a contraatacar: ayer uno de sus abogados, Ricardo Gutiérrez Esley, dijo que junto a su colega Marita De Pascuale van a presentar una denuncia contra el policía.

Todo ocurrió el sábado 4. Sosa –que no está en actividad, porque lo habían pasado a disponibilidad mucho antes de este hecho–, volvía del autódromo provincial “Rosendo Hernández”, junto a su amigo Federico Damián Lucero, un mecánico de 21 años, residente en Ejército de los Andes 1140.

En la zona oeste de la ciudad, vieron parada en una esquina a la ex pareja de Sosa, la inspector de Policía Paola Chávez, que al parecer esperaba a alguien. El comisario le dijo a su amigo que detuviera la marcha, para vigilarla. Y, como admitió en su denuncia, empezó a filmarla.

La pasó a buscar Torres, en su Renault Clio, y fueron hacia la zona este de la ciudad. Sosa y su amigo los siguieron. En la esquina de Riobamba y Córdoba, la pareja paró a comprar helados en un quiosco. Eran las tres y media de la tarde. Cuando Torres y Chávez salieron del negocio, advirtieron que el ex de ella los vigilaba desde el Volkswagen Vento azul de su amigo.

Todo quedó filmado

Todo está grabado en los videos que el propio comisario filmó y aportó, luego, a la causa judicial. Esas filmaciones fueron una pieza fundamental para esclarecer cómo habían ocurrido los hechos. Por ejemplo, demostraron que Sosa mintió en su denuncia, al decir que se había bajado para hablar con su ex pareja y que Torres lo había encarado con el auto, con intención de atropellarlo. Entonces él, en un intento de defensa, había golpeado el auto y había roto un vidrio, afirmó.

Las imágenes y el audio muestran la verdad: el policía se bajó del auto de Lucero y corrió hacia el de la pareja, que se apresuró a subir y a arrancar. Cuando Torres acababa de poner el motor en marcha, Sosa llegó por detrás y le rompió el vidrio. Luego, al volver al auto de su amigo, le dijo “vamos, seguilo, seguilo, seguilo, seguilo. Le rompí el vidrio ¿viste?”, en tono jactancioso.

Antes de ese primer encontronazo, mientras seguían el auto por la avenida Funes, el comisario le había admitido a su amigo que él y Chávez ya estaban separados. Pero “está todo bien”, le dijo. A lo que Lucero le respondió “igual, yo creo que se van a tener que ligar un coscacho”.

La complicidad del dueño del Vento quedó de manifiesto en otro video, cuando le dice a Sosa “soy amigo tuyo y te acompaño, lo c… a trompadas por vos, lo que quieras”.

Desde el quiosco, la persecución se extendió hasta el sur de la ciudad, donde vive el agente penitenciario, que además es peluquero. En el trayecto, Lucero encaraba a otros automovilistas y motociclistas para que le abrieran paso. Mientras, Sosa insultaba a su ex y al acompañante. Y conminaba al conductor para que le tirara el auto encima a Torres, con la promesa de que él pagaría los daños que le ocasionara su amigo al Vento. “Dale, dale, arrimátele y tirale el auto, yo pago todo, en serio”, le decía.

Cuando llegaron al sur, el comisario atacó a pedradas el Clio del guardiacárcel y le rompió otros vidrios. El padre de Torres salió de la casa y le pidió que dejara de dañar el auto, porque era suyo. En medio de gritos y amenazas, Sosa volvió al auto de Lucero, como para irse. En eso, el penitenciario sacó su arma y disparó hacia el Vento. El tiro rompió la luneta trasera.