Investigan a un hombre por causar daños ecológicos

La Policía de Medio Ambiente rescató —en San Francisco del Monte de Oro— 19 "garzas brujas", luego de recibir una denuncia de un vecino que alertaba sobre un hombre que podaba árboles en una propiedad privada, en los que había nidos con esas aves. Los efectivos levantaron un acta y podrían sancionarlo con una multa que va desde los 5 mil a los 30 mil pesos, por los daños ocasionados a la flora y fauna autóctona, protegidas en la provincia por ley.

Los efectivos, al llegar a la intersección de las calles Los Álamos y Miguel Pastore, observaron un montículo de ramas con nidos de garzas; los oficiales pudieron constatar que murieron varias que cayeron desde una altura considerable. De inmediato realizaron un rastreo por la zona y pudieron rescatar ocho aves de distintos tamaños. Dos vecinos del sector le entregaron a la Policía 11 más.

Tras el procedimiento, los oficiales fueron hasta la casa de un hombre de 50 años que les dijo que solo estaba cuidando la vivienda en la que se efectúo la tala de los árboles, y agregó que el propietario de la vivienda reside en Mendoza. Luego, le realizaron el acta de infracción correspondiente.

El jefe del Subprograma Biodiversidad de la Secretaría de Medio Ambiente, Darío Szklarek, precisó que "llegó una denuncia de vecinos de la zona con material filmográfico y fotos donde nos informaban que este hombre había talado unos árboles que tenían nidos de 'garzas brujas' y, como consecuencia, se cayeron los nidos y muchos de los pichones murieron. Nosotros trabajamos constantemente con la Policía Ambiental. Ellos son nuestros fiscalizadores y, ante el aviso, coordinamos con ellos para que se presenten en el lugar y hagan la inspección".

Las aves rescatadas fueron trasladadas al Centro de Conservación de la Reserva Floro-Faunística de La Florida, para que les realicen un tratamiento de recuperación y evalúen la posterior liberación. "Los animales que entraron lastimados son todos pichones, algunos tienen un ala quebrada y otros son muy chiquitos, no tienen más de tres o cuatro semanas de vida", detalló.

De acuerdo al funcionario, las aves son de una especie autóctona, y los biólogos y veterinarios están trabajando para determinar cuál será el procedimiento de rehabilitación. "En principio, se las va a aislar y poner en cuarentena por todo los que les paso, por el trato que tuvieron y por estar tanto tiempo en el piso, cuando no es normal que lo estén a esa edad. Tal vez tengan algún parásito o virus que puede llegar a enfermar a otros animales. También se les harán los estudios, como a los pichones que tengan las alas quebradas, se les realizará una placa. Los veterinarios determinarán el tiempo que deberán permanecer en la reserva, lo que dependerá de su evolución  para que sean liberadas, cuando se puedan alimentar por sus propios medios", explicó.

Szklarek dijo que este martes ingresó el acta en la que evaluarán la sanción con la que se efectuará la multa, y se desconoce si será para el propietario de la casa o para la persona  que fue contratada, y llevó a cabo las actividades de poda. "Hay que determinar el grado de intervención que se hizo; lo que se prevé en este inciso es que el hecho cometido es un agravio a un nido, que puede tener una multa de entre 5 y 30 mil pesos. El margen es amplio y va a variar de acuerdo a la cantidad de aves que se murieron", precisó.

La jefa de la Policía Ambiental, Carina Garro, manifestó que "lo importante fue que pudimos rescatar a los pichones, los vecinos denunciaron que las aves habían quedado a la deriva".

La funcionaria de seguridad señaló que constantemente reciben denuncias sobre personas que tienen animales en cautiverio. "Los efectivos acuden al domicilio para hablar con los propietarios y les decimos que nos entreguen voluntariamente los animales, porque están dañando la fauna y queremos evitar el mascotismo de animales silvestres.  Se les hace un acta y se los trae al centro de conservación para llevar adelante la rehabilitación. Si no lo hacen, se pide una orden de allanamiento al juzgado interviniente y luego se retiran las aves", detalló.

La garza bruja es un ave zancuda que en apariencia no presenta diferencias entre el macho y la hembra. Los juveniles son de un color grisáceo jaspeado, con blanco amarillento. El adulto se identifica con un color gris oscuro; en la parte ventral, un blanco amarillento o plomizo; corona negro verdosa; cresta larga y blanca; y patas amarillas. Su tamaño alcanza los 55 centímetros.