¿A dónde vamos?

Sigue. No sigue. Quieren que renuncie. Él quiere seguir. No tiene banca. Dimes y diretes envuelven a la Selección Argentina por estos días tras la eliminación en la Copa del Mundo Rusia 2018. Y da la sensación de que el único tema a resolver por los dirigentes de AFA es el DT. Por supuesto que es relevante si Jorge Sampaoli continúa o no, pero antes deberían enfocarse en saber qué camino desean para el futuro de la Selección.

Los próximos objetivos serán la Copa América Brasil 2019 y los Mundiales Qatar 2022 y Norteamérica 2026. Es decir, lo ideal sería comenzar a sentar las bases desde ahora mismo con un proyecto que se sostenga sin importar el resultado de tres o cuatro partidos. Y no hacer lo que pasó con Gerardo Martino —que debería haber sido el técnico en Rusia, pero se fue ante de los Juegos Olímpicos Río 2016—, para luego buscar a Edgardo Bauza y terminar con Sampaoli. Estilos opuestos, metodologías de trabajo diferentes y un resultado obvio a la vista.

De una vez por todas, el mundo del fútbol argentino (dirigentes, jugadores, técnicos, hinchas y periodistas) debería sincerarse e ir firmemente por un título —que se niega desde 1993— en ocho o doce años. Y no ir remendando para obtener resultados inmediatos. Ya quedó demostrado que así no va. 

La bendita cantera

Y ese proyecto debe contemplar como punto Nº 1 las selecciones formativas. Desde el Mundial Sub 20 Canadá 2007, Argentina deambula sin pena ni gloria por los Mundiales Juveniles. En aquellos tiempos, con José Pekerman y Hugo Tocalli, había un “norte”, que era nutrir a la Mayor con jugadores que supieran qué significaba vestir la “Albiceleste”. Y no sólo eso, sino que la frutilla del postre eran los éxitos deportivos.

Y muchos de esta generación que nos pusieron nuevamente en un final de Mundial (Brasil 2014) y de dos Copas América (Chile 2015 y Estados Unidos 2016) venían de esa escuela. Sólo que lamentablemente no pudieron coronar con un título en la Mayor. Y por ser segundos, han sido criticados por demás, porque en nuestro país parece que no tiene valor ser finalista.     

El tema es que hace poco más de una década que las Juveniles andan a la deriva. Y sólo dos que han vivido ese proceso y jugado Mundiales Juveniles estuvieron en Rusia 2018: Cristian Pavón (Sub 20 – Nueva Zelanda 2015) y Nicolás Tagliafico (Sub 20 – Colombia 2011). De no creer.

Por fortuna, Argentina es una cantera inagotable de talentos, pero hay que trabajar con ellos. Porque sino, nos encontramos con un conjunto de voluntades individuales pero no con un equipo en las competiciones internacionales.