Nora, la bisabuela que estudia en un paraje y es abanderada
Tiene 74 años y vive en Las Vertientes. Aseguró que su meta es finalizar los estudios secundarios y seguir una carrera terciaria.
El lema podría ser querer es poder o nunca es tarde cuando hay ganas. Así sucede con Nora del Valle Olguín, una bisabuela de 74 años, que es abanderada de una escuela en Las Vertientes y está cumpliendo su sueño de terminar con la secundaria el próximo año. La mujer pasó a tercer año y tiene un promedio de 9,20. Concurre a la Escuela Pública Digital para Adultos (APDA), que implementó la Universidad de La Punta (ULP) y que funciona en un espacio cedido por el municipio del paraje. La metodología de la enseñanza consiste en adquirir conocimientos a través de soportes digitales.
Doña Chola, como se la conoce en la localidad, es jubilada, y para hacerle frente al severo panorama económico que azota al país, tiene un miniemprendimiento en el que vende helados. Es viuda, su marido se llamaba Antonio Allende. Tiene dos hijos, Alejandro y Omar; cinco nietos; y una bisnieta que cumple cuatro años el 23 de diciembre. "Se llama Olivia y me dice: Hola abu", contó en una charla telefónica a El Diario de la República.
"Ando bien en todas las asignaturas; lástima que las estoy descubriendo ahora”
Su vida no fue fácil y por distintos motivos de pequeña tuvo que abandonar la escuela. "Dejé la primaria cuando era chica porque en Las Vertientes no había escuela y debía viajar a los pueblos más cercanos. Tenía siete años. Cuando iba a un centro educativo en Los Chañares atravesaba un río, se complicaba. Luego mi madre me envió a una de El Talita. Tenía que caminar muchos kilómetros o viajar en caballo", recordó.
Se casó a los 17 años. Trabajó con su pareja y cuando fue madre se dedicó a criar a sus hijos. Muchos años después, y por impulso de una amiga, decidió regresar a las aulas para finalizar con la primaria y secundaria. "Estoy muy contenta de ser la abanderada de la escuela. La materia que más me gusta es literatura. Me gusta mucho escribir y no tengo errores", se jactó, pero también dijo que le agradan materias como matemática, historia e inglés. "Ando bien en todas las asignaturas; lástima que estoy descubriendo ahora estas cosas que tanto me gustan", lamentó. Asegura que su idea es seguir estudiando. "Podría continuar un terciario a distancia, pero lo vamos a evaluar", precisó.
Doña Chola trabajó toda su vida. En un primer momento con su marido en un campo que tenían, después en un almacén y finalmente durante más de diez años en los planes sociales que brinda el gobierno provincial. Actualmente está jubilada y percibe 5.300 pesos por mes. Por eso tuvo que ingeniárselas y armó el miniemprendimiento con el que vende helados. "Cobro muy poco y tuve que rebuscármela para vivir mejor, comer bien y darme algunos gustos si se puede", detalló Norma.
A la bisabuela le gusta mucho la literatura.
Superación permanente
Gloria Sánchez Olguín es la docente que ayuda a Doña "Chola" en las materias y que la conoce desde que ella tiene uso de razón. "Es una persona que siempre se destacó por su vitalidad y por los deseos de superarse permanentemente", la definió.
La profesora precisó que con Nora la enseñanza es más personalizada que con el resto de los alumnos que concurren a la escuela. "La acompañamos, la asesoramos y le explicamos. Al principio le costaba manejar la computadora, pero con el tiempo comenzó a hacerlo sola. Ella nunca tuvo acceso a un procesador o a un teléfono inteligente", explicó.
Según la docente, le propuso que estudie alguna carrera a distancia de la Universidad de La Punta. "Le pregunté si le interesaría y ni lo dudó. Le dije que la iba a ayudar y ahora estamos mirando cuál podría estudiar. Siempre me dice que está cumpliendo a esta edad todo lo que no pudo cumplir durante el transcurso de su vida", destacó.
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