Primerizos al volante: un curso puede salir hasta $5.000

En época de vacaciones los puntanos aprovechan el tiempo libre para realizar actividades pendientes que durante el año no lo pueden hacer, una de ellas es aprender a conducir. Así lo confirmaron dos escuelas de manejo que consultó El Diario de la República. El costo de los cursos van desde los 2.500 pesos hasta los 5.000 pesos. 

Héctor Romero es instructor y hace nueve años que tiene la escuela de manejo IMA y comentó que la duración del curso va a depender de la condición que tenga cada alumno. "El tiempo para aprender es muy variado, no todos incorporan los conocimientos de la misma manera. Una persona que arranca de cero mínimamente para hacer los primeros cimientos necesita seis horas semanales", dijo Romero, quien agregó que en total son nueve porque en las otras tres se les da la teoría. "En esta parte se les enseña todas las señales viales y cómo deben reaccionar en diferentes circunstancias.

El cien por ciento de nuestros alumnos cuando sacaron la licencia para conducir obtuvieron un 95 por ciento", precisó.

Según Romero, aprender a manejar es como ir a un gimnasio. "Primero tienen que armar una rutina dependiendo de lo que la persona necesita. Una vez que te evaluaron, empiezan a enseñarte protocolos y técnicas que se deben seguir. Después de esos pasos recién empiezan las prácticas en donde tienen que sincronizar el cuerpo con una máquina que desconocen", contó. 

La escuela IMA cuenta con un auto especializado para que las personas se sientan tranquilas en su primera salida. "El vehículo tiene un doble freno. El instructor lo puede utilizar en caso de emergencias y frenar medio metro antes de que el alumno haga algo mal. Por ley está prohibido enseñar sin estos vehículos ya que los mismos deben estar asegurados", aseguró el dueño de IMA.

"En una primera etapa, cuando tienen toda la teoría aprendida, recién los llevamos a un parque cerrado. Ahí pasamos la mayor parte del curso y les enseñamos los movimientos del auto, cómo salir, frenar y estacionar. En la segunda se los lleva a un barrio predeterminado bajo ciertas medidas de seguridad, en donde empiezan a convivir con el movimiento de la calle. Después vamos a una avenida para que aprendan otras técnicas que se hacen a muy baja velocidad y por último nos dirigimos a lo que es el centro. Es la parte más complicada ya que tiene que implementar todo lo que les enseñamos", manifestó.

Para el instructor la prueba de fuego es de todos los días. "En cada uno de los escenarios se tienen que enfrentar a distintos objetivos. No hay uno más fácil que el otro. Nosotros los preparamos no solamente para que saquen la licencia de conducir, sino para que sean felices arriba de un auto", detalló.

Los precios en la escuela de manejo IMA van desde los 3.000 pesos hasta los 5.000 pesos, siempre dependiendo de la cantidad de clases que necesite tomar el alumno.

Averiguando sobre las distintas ofertas de escuelas de manejo que ofrece la ciudad de San Luis, El Diario pudo comprobar que ninguna cuenta con un lugar físico, sino que se los puede encontrar en las redes sociales como Facebook o simplemente dejan un número de teléfono al cual hay que comunicarse.  

Alberto Aldaya hace tres años que da clases de conducir y los valores de sus cursos pueden llegar a salir entre 2.500 pesos y 3.500 pesos. "Eso va a depender si vamos en mi auto o en el del alumno. En los dos casos yo me dirijo al domicilio de la persona que solicitó mi servicio y de ahí salimos", detalló Aldaya, quien también precisó que constan de doce horas y que se reparten aproximadamente en cuatro semanas. "Esto va a depender del progreso que tenga la persona".

Aldaya manifestó: "De acuerdo a nuestra experiencia es más conveniente utilizar un auto común porque consideramos que el alumno tiene que vivir la experiencia. Tampoco es que lo sacamos a lugares peligrosos de entrada", expresó.

"Lo primero que hacemos es ir al parque industrial sur. Aproximadamente estamos medio curso ahí. Después salimos a la autopista y a medida que vemos que va avanzando el alumno, lo empezamos a introducir al centro", determinó Aldaya y aclaró que los preparan para que saquen el carnet de conducir.

Aldaya aseguró que aprender a manejar tiene que ser una decisión personal. "Muchas veces algún familiar presiona para que aprendan a conducir. O en muchos casos tratan de enseñarles. Generalmente no tienen paciencia y el aprendizaje queda a medio camino o se frustran. A esto le tenés que dar continuidad y tener ganas de aprender", finalizó.