Procesaron por homicidio al joven que atropelló a otro y lo mató
Muerte del motociclista Cristian Munyau, en la Villa de Merlo. El juez considera que Emiliano Schiaverano actuó con intención cuando embistió la moto con su auto.
La impulsividad con la que actuó la madrugada del sábado 22 de julio terminó cobrándose una vida y arruinando muchas otras, incluida la propia, porque con solo 25 años, trabajo estable, vehículo y proviniendo de una familia pudiente, Emiliano Armando Schiaverano deberá esperar en la cárcel a que un tribunal lo juzgue nada más y nada menos que por homicidio, un delito penado con hasta 25 años de prisión. Ayer, el juez Penal de Santa Rosa, Jorge Pinto, lo procesó por haber matado a Cristian Munyau luego de perseguirlo por las calles de Merlo y atropellarlo con su auto, tras una discusión.
Los padres de Schiaverano, dueños del local de comidas “El Establo”, donde el chico trabajaba como mozo, deben estar devastados con la decisión del juez. Pero es impensable comparar su padecer con el sufrimiento de los tres hermanos, la madre y el padre de Cristian, que tenía 20 años y toda una vida por delante.
Más triste aún es pensar que toda esa pena se desencadenó por una pelea de chicos y por la única cosa que víctima y victimario parecían compartir: su amor por los vehículos que tenían; un Ford Fiesta Kinetic blanco Schiaverano y una Motomel S2 150 Munyau.
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