Como en la vida y en al amor siempre hay segundas oportunidades, esta es la historia de una pequeña periquita que fue abandonada por su primera dueña porque sufría una rara enfermedad que hace que no le crezcan las plumas. Pero el destino le tenía reservada una segunda oportunidad.
Una joven diseñadora grafica de 23 años, amante de los animales decidió adoptarla y darle un nuevo hogar, así fue como nació esta historia de amor. Rhea no necesita demasiados cuidados; solo debe someterse a un análisis de sangra una vez al año y permanecer en un ambiente climatizado por la falta de plumas.
La joven decidió compartir a través de las redes fotos y vídeos y ya tiene 315.000 seguidores.
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