SAN LUIS - Sabado 18 de Mayo de 2024

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Los chicos de la ex Industrial mostraron todo su ingenio

Por segundo año consecutivo el Colegio Nº 9 "Domingo Faustino Sarmiento" presentó sus proyectos: impresiones en 3D, un auto eléctrico, kits de robótica y una bicicleta para discapacitados.

Por redacción
| 15 de noviembre de 2017
Sonrientes y felices se los vio a los chicos de sexto año con las sillas de ruedas creadas por ellos, que luego serán entregadas a sus dueños. Fotos: Leandro Cruciani.

Por segundo año el Colegio Nº 9 "Domingo Faustino Sarmiento", más conocida como Industrial,  copó la plaza Pringles con distintos proyectos realizados por los alumnos, anticipándose al Día Nacional de la Escuela Técnica. Más de uno se llevó  una sorpresa al caminar ayer por el centro puntano cuando se encontraron con las caras sonrientes de los estudiantes que querían contar de qué se trataba lo que estaban exponiendo. Había impresiones en 3D, muebles, kits de robótica, un auto eléctrico y una bicicleta ensamblada con una silla de rueda. Todo pensando y producido por los alumnos de segundo y sexto año.

 

A pesar del calor cada uno que pasaba, se frenaba y miraba con admiración todos los puestos.

 

Parado y ayudando a los jóvenes, Rubén Falvo, docente de la escuela técnica, se apartó del bullicio y contó: “Siempre hacíamos jornadas a puertas abiertas en la institución, pero muchas veces nos pasó que sólo algunos tutores iban y desconocían lo que realizábamos. Sabían que había talleres pero no lo que eran capaces de crear sus hijos”, expresó Falvo, quien con los ojos vidriosos no disimuló su felicidad. “Amo mi escuela, soy un docente que va todos los días a dar clase feliz. Y poder ver que todo lo que enseñamos tiene su fruto, me emociona y más poder enseñarle a la comunidad la clase de chicos que estamos formando”, expresó.

 

El ambiente era festivo, de fondo se podía escuchar por el parlante la transmisión en vivo del programa de radio que los jóvenes estaban haciendo en ese momento desde la ex Industrial. Todo estaba bien organizado y nada fue librado al azar.

 

Eran las 11 de la mañana y el sol estaba en todo su esplendor. Algunos alumnos se tomaban un respiro y se iban a la sombra, es que el calor a esa hora era agobiante, pero así y todo nadie se quería perder ningún detalle de lo que estaba sucediendo.

 

Marisa Salazar, profesora de soldadura, dejó de lado lo que estaba haciendo en ese momento y con una mirada cómplice manifestó: "A todos les llama la atención que una mujer esté a cargo de este rubro. Pero soy yo y estoy orgullosa de estar acá y acompañar a mis chicos”, comentó sonriente Salazar y agregó: “En mi taller nos dedicamos a la herrería, hacemos parrillas”, mientras señalaba una que estaba a punto de ser usada  para hacer un asado y agregó: “Otras de las cosas que hacemos son maceteros. Trabajamos todo lo que tenga que ver con hierro”, explicó Salazar.

 

Largas horas y días son las que pasan los alumnos diseñando, creando y llevando adelante cada una de sus ideas. “Es una satisfacción muy grande ver las cosas que pueden lograr, le ponen mucho empeño. Siempre les digo a los chicos que aprovechen esta oportunidad porque les estamos dando herramientas para su futuro. Egresan teniendo un oficio y así pueden empezar a ganarse unos pesos”, detalló.

 

Un claro ejemplo es Carlos Alegría, alumno de sexto año, quien se dedica en su tiempo libre a poner en práctica todo lo que ha aprendido. “Me dedico a la metalúrgica y también a la mecánica. Soy fanático de los autos”, manifestó y aclaró que gracias a la escuela hoy puede dedicarse a lo que le gusta, sin descuidar los estudios. “Con mis compañeros hicimos un auto eléctrico, venimos compitiendo desde hace un año y le estamos arreglando los últimos detalles. El vehículo fue producto nuestro, nos llevó 4 meses hacerlo y trabajábamos todos los días 6 horas. Salíamos de clase y después de turno nos quedábamos armando las piezas”, dijo y detalló: “Algunas personas sólo saben que nuestra escuela es técnica, pero no conocen verdaderamente lo que se hace. Estamos felices de poder enseñar lo que producimos”, concluyó.

 

En otro costado estaba Rocío Villanlon, una alumna que puso en marcha una bicicleta con una silla de ruedas incluida para poder trasladar a personas con discapacidad. Rocío se bajó, la acomodó y se dispuso a contar qué era lo que su curso había logrado. “Hicimos este proyecto para que las personas discapacitadas puedan pasear. Le adaptamos la silla de ruedas a la bicicleta”, precisó y aclaró que “es es una buena manera poder mostrar lo que desarrollamos para que los chicos se interesen y si tienen ganas, se inscriban en nuestra institución”, finalizó.

 

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