Se registró faltante de manteca en los supermercados puntanos

Ayer por la mañana las mantecas brillaron por su ausencia en tres supermercados céntricos. Un recorrido de El Diario por Vea, Carrefour y Aiello detectó muy pocas unidades de una sola marca o bien ninguna. Los productores explicaron que el problema es “estacional”, y que se debe al mal clima en la región pampeana, de donde se extraen los lácteos, y a los problemas de rentabilidad que desalientan la producción.

No será tirar manteca al techo como se solía decir de los que mucho tienen, sí de subirse a una escalera y juntarla de nuevo porque es lo que está faltando en los supermercados puntanos. En el Vea de la calle San Martín y Las Heras, a la góndola de los lácteos le sobraba margarina pero de la manteca ni noticias. Un repositor dijo con seguridad, que iba a ser imposible encontrar alguna. Sin embargo uno de los responsables de la sucursal excusó el faltante alegando que el lunes fue feriado en Mendoza, donde la cadena tiene su centro de distribución para Cuyo, por la fiesta de su patrono Santiago, y quizá no había llegado aún el camión con la mercadería.

Cinco panes de manteca de 200 gramos se asomaban tímidamente en un estante refrigerado bastante vacío del Aiello de San Martín y Belgrano. Era todo lo que quedaba, y los responsables no supieron decir cuándo entrarían más; manifestaron  que hace bastante que les llega poca cantidad del producto lácteo, pero no estaban seguros por qué faltaba.  Una imagen un poco más alentadora la daba Carrefour frente a la plaza Pringles. Allí quedaban algunos paquetes más y había para elegir entre dos marcas, pero no supieron dar una respuesta.

Para el titular de Medios La Lupa SL y ex presidente de la Asociación de Defensa de Usuarios y Consumidores (Adeuco), Jorge Olguín, explicó que “el problema es la producción y los precios; el clima también ya que genera estas condiciones; a todo eso hay que agregarle la especulación, un factor que siempre está”.

Olguín contó que el mercado lácteo es oligopólico ya que existen pocas empresas que dominan el sector y “los tamberos hace mucho tiempo tienen precios que no son valores reales, son muy bajos”. Aseguró que antes había políticas compensatorias con subsidios del Estado. “Igual no lograron que el mercado sea en todos los eslabones de la cadena más o menos razonables en cuanto a sus precios, y en definitiva siempre son los tamberos y los consumidores los que pierden. Hay todo un sector en el medio que se beneficia más”, dijo.

Sobre la suba de precios en cuanto la distribución de productos se normalice, Olguín manifestó que “es probable que suba pero no necesariamente debería, todo depende si se entiende como un producto vinculado a la canasta básica”. 

“Si el Estado intervine ahora capaz se pueda llegar a controlar, pero evidentemente el riesgo es que cuando se normalice se refleje en los precios. Éste es un problema que se viene arrastrando, en este sentido tal vez la intervención del Estado difiera en cuanto a cómo era antes y cómo es ahora, pero el tema de fondo no se resuelve; siempre se termina manifestado en casos como éste”, aseguró Olguín.

Fuera de ser una especulación del sector para acopiar productos por una posible suba de precios, el problema es la caída de la producción por el mal clima durante el otoño en Córdoba y Santa Fe, según informó a "Clarín" el presidente de la Cámara de Pequeñas Empresas Lácteas, Pablo Villano. Otras provincias de Argentina como Tucumán, Buenos Aires, Mendoza y Tierra del Fuego, sufren los mismos problemas y la respuesta de los comerciantes fue que hace bastante tiempo reciben menos producto.

El problema de aceite

Ante la posibilidad de que el costo del aceite se triplicara, muchos consumidores salieron a conseguir la mayor cantidad de botellas posibles. Sin embargo las góndolas puntanas no mostraban signos alarmantes de escasez. En algunas faltaban marcas, pero poco a poco los repositores completaban los espacios vacíos y ningún consumidor parecía irse con las manos vacías.

“Sólo dos botellas por cliente o grupo familiar” rezaban los carteles que pendían del borde de la góndola, una restricción que se hizo costumbre en el producto. ¿Por qué esta restricción al consumo? Olguín explicó que una razón que argumenta el sector empresario es que buscan evitar el acaparamiento y garantizar que el producto esté para todos.

“Pero luego de que el Gobierno liberara el precio del aceite y diera por caído el acuerdo que las aceiteras tenían con el mandato anterior, dejaron de bajar cajas para acaparar todo ante el aumento de precio”, manifestó Olguín y continuó: “Una posibilidad es que la gente venga y compre cinco o siete botellas y deje sin aceite a otros. La restricción de determinados productos me parece que es un mecanismo poco simpático, pero es legal. El tema es saber si hay razones para que se haga; la única razón que debería haber sería que la producción no alcance a abastecer el mercado interno. La otra explicación es que hay especulación, acopio de productos, justamente para mejorar el precio, pero ésa es otra teoría”.

El titular del Programa Defensa del Consumidor, Alberto Montiel Díaz, aseguró que en cuanto al aceite no se registraron faltantes en los comercios que los inspectores relevaron. Manifestó que anteayer el Gobierno de la Nación con la Cámara de la Industria Aceitera llegaron a un acuerdo donde estipularon para agosto que el aceite de mezcla no puede subir más de un 4%, y el de girasol no más del 6%.