Hay héroes que usan capas y otros, visten uniformes. Dentro de este último rango están el auxiliar Mauricio Moya de 34 años y la alférez ayudante Viviana Acevedo de 31, dos policías que se convirtieron en los salvadores de una joven de veinte años que intentó quitarse la vida, ahorcándose con un cordón. Despejando cualquier miedo, con la cabeza fría pero con el corazón latiendo a mil, los efectivos le aplicaron reanimación cardiopulmonar (RCP) y lograron rescatarla.
Los policías acudieron a un llamado de urgencia en la calle Córdoba al 782, el jueves por la tarde. “Nos dijeron que la familia Martínez nos había solicitado pero cuando llegamos y preguntamos, ellos dijeron que no habían llamado a nadie. Nos pareció raro”, contó Viviana. La negativa de los propietarios del lugar, no fue suficiente para que los oficiales se retiraran sin respuestas, algo les decía que debían quedarse. “Como vimos que había muchas habitaciones, le preguntamos a los dueños si podían fijarse. Todos los vecinos dijeron que no, menos en una de las piezas, donde vivía esta chica”, agregó.
Los policías vieron que al final del complejo, una de las puertas tenía la llave puesta pero nadie contestaba. Golpearon una, dos, tres veces y en el intento final escucharon por lo bajo “no puedo abrir”. La impotencia de Moya y Acevedo crecía con cada minuto hasta que sintieron como “si se hubiera caído una persona”. El auxiliar no dudó, rompió una de las ventanas que daba al patio y abrió el departamento. Cuando entraron, se encontraron con el peor de los cuadros. “La chica presentaba signos de asfixia, nos había hablado pero no respiraba”, detalló Moya.
De inmediato, colocaron a la joven en el piso para hacerle RCP.
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