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Un físico de la UNSL advierte por la peligrosidad en el uso del celular

Por redacción
| 04 de diciembre de 2016
SECUELAS. EL EXCESIVO USO DEL CELULAR PUEDE DAÑAR EL CEREBRO.

Especialistas locales advierten que el uso del celular podría ser, con el paso del tiempo, más peligroso que las radiaciones no ionizantes que emiten las antenas que permiten su funcionamiento. El licenciado en Física y especialista en Física de la Radioterapia de la Universidad Nacional de San Luis, Osvaldo Olguín, anunció que “lo que todavía no existen son estudios epidemilógicos, es decir, un estudio de población a gran escala expuesta a este tipo de radiación que haya demostrado que provocan algún tipo de cáncer en el ser humano. Porque estos adelantos tecnológicos hace poco que han aparecido y para hacer un análisis científico tienen que pasar unos 30 años como mínimo para ver qué efectos biológicos se pueden mensurar. Hasta ahora son investigaciones donde se detectaron algunos problemas para la  salud”.

 


El físico explicó que las radiaciones ionizantes son aquellas que emiten frecuencias muy elevadas de energía que atacan los núcleos de los átomos como la aplicación de radioterapia o rayos x o gamma: “Los seres humanos somos moléculas que a su vez se forman con átomos y en nuestro caso se los denomina neutros porque las cargas positivas y negativas están equilibradas. Cuando aparece la radiación equis, que es ionizante, saca un electrón de alguno de nuestros átomos a través de la energía que traen y penetra hasta el núcleo celular. Entonces el átomo se vuelve inestable y ahí es cuando nosotros decimos que empieza a hacer daño, porque hasta puede romper el ADN”.

 


La diferencia con las radiaciones no ionizantes es que éstas no tienen ese poder de penetración, ni la cantidad de energía suficiente como para sacar algún electrón de su equilibrio. “En cambio sí producen calentamientos regionales temporales. Esos cambios por ahora no son mensurables, pero cuando esa potencia supera los 4 watts por cada kilo que pesa una persona, sí generan un calentamiento que puede incrementar la temperatura del cuerpo en hasta un grado centígrado. Y si eso sucede, es gravísimo”.

 


Olguín aclaró que “el mecanismo de defensa que tiene nuestro organismo cuando sufre alguna invasión el sistema inmunológico es levantar la temperatura y así elimina todos los virus que pretenden atarcarlo. Pero elevar la temperatura del cuerpo en un grado, por nada, es muy peligroso si además lo hace durante mucho tiempo”. También señaló que este tipo de lesiones son probabilísticas, “es decir que puede ser que la primera vez que impacte la radiación en el cuerpo genere un daño irreversible o que muchas personas estén expuestas durante un  tiempo prolongado y no les pase nada. Pero mientras esté la probabilidad, habrá riesgo”.

 


La mayoría de las investigaciones están apuntadas no tanto al estudio de las radiaciones que producen las antenas sino al uso de los teléfonos celulares: “Ahí es donde se presenta el grave problema porque mantener ese dispositivo durante mucho tiempo en el oído es cuando se genera ese calentamiento en una zona muy sensible del cuerpo que es la cabeza”, añadió.

 


Y el gran problema que el físico predijo fue el que sufrirán los que ahora son niños: “Porque ellos tienen una larga expectativa de vida pero también muchos años por delante de uso del celular. Además lo que se busca es que la transmisión de datos sea más veloz y para eso hay que instalar antenas más potentes. Y esa mayor energía es la que se transmite a través del teléfono celular. Esa radiofrecuencia entra en el cerebro, que además tiene paredes muy delgadas, lo que hace que sea muy fácil su penetración y provoque daños cerebrales, que ya se han detectado en algunas investigaciones”.

 


El especialista hizo mención al trabajo de Taha Lientur, Christian Dauvergne y Guillermo Avendaño del Instituto de Salud Pública de Chile quienes publicaron el trabajo “Los peligros del mal uso de los teléfonos celulares” donde señalan que “podrían derivar en riesgo de padecer cáncer y provocar el efecto microondas (sintomatología propia de la exposición a bajos niveles de radiación que generan alteraciones neurológicas), producir cataratas, afectar las células e incluso atravesar los protectores celulares y afectar la producción de hormonas relacionadas con el estres”.

 


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