Anciana asesinada: declaró una familia vecina de la víctima

No es la primera vez que se valen de ese recurso para que los testigos un tanto reacios a recordar reflexionen y hagan un esfuerzo por hacer memoria. Ayer, uno de los tres hermanos que declararon como testigos en el juicio a Miguel “El Miguelón” Castro por el asesinato en ocasión de robo de la comerciante Edelia Bianny Ortiz de Balbo, permaneció encerrado durante un rato en una celda de la alcaidía. Los jueces interpretaron que no prestaba demasiada colaboración, y ordenaron que lo dejaran allí un rato. Después de esa breve estadía, regresó con otro ánimo, más predispuesto a hablar, contó ayer el penalista Rodolfo Mercau, quien representa a la familia de la víctima.

Refirió que, además de los tres hermanos Parrilla –son Alexander Blas, Nicolás Arcángel y Yanina Soledad– declaró la madre de ellos, Ana Mariela Orozco.

Esta familia vive en el barrio San Cayetano, en inmediaciones a la casa de la víctima, situada en Ministro Berrondo 210.

Alexander Parrilla, al que apodan “Bubu”, es a quien ayer, inicialmente, no le llegaban de modo claro los recuerdos.

Hace dos audiencias, Raúl Nanda Vescia, uno de los primeros sospechados que hubo en la investigación, declaró que, por comentarios que le llegaron de sus amigos del barrio, el imputado que está prófugo, Cristian “El Panadero” Giménez pasó a buscar a Alexander en un taxi, el día del asalto.

La madre de los hermanos Parrilla comentó que a su domicilio “había ido una persona –sería 'El Panadero'–, en un remis y que ella lo corrió, porque no quería tener más problemas”, sintetizó Mercau. “‘Acá no vengan a ofrecer nada, porque no quiero tener lío’, dice la mujer que le pidió”, narró. 

Los testigos consideraron que “ninguno del barrio tiene que haber cometido ese hecho –contó Mercau–. Pero yo no descarto que alguno haya ‘entregado’ el lugar, pues, si la gente que fue no era del barrio, ¿cómo supieron de los horarios y movimientos” de Edelia”, se preguntó.

Ayer también declaró la madre de “La Puki”, la adolescente implicada en el crimen.

“La señora dijo que, tras el hecho, habló con su hija y le contó que ella sólo golpeó la puerta, dando a entender que no le pegó a la víctima. Pero consideramos que hay una coparticipación de ella. La madre de la chica también aseguró que su hija no se llevó nada del comercio. Sabemos que se llevó el celular y el tensiómetro, elementos que vendió. Después se fue a Formosa”, resumió.

El subcomisario Javier Sosa, jefe de la división Homicidios, también prestó testimonio ayer. Él le tomó declaración a “La Puki” cuando regresó a San Luis. En esa circunstancia, la chica admitió haber estado en la casa de la comerciante junto a “El Miguelón” Castro y “El Panadero” Giménez. A estos últimos les cabe el agravante de haberse valido de una menor para cometer el delito, opinó el letrado.