Esteban Jobággy: "San Luis es una provincia científica"

Hace 30 años, Esteban Jogábby conoció las sierras de San Luis en un viaje de mochilero. Desde ese momento, siempre supo que volvería. Y lo hizo, como ingeniero agrónomo. Hace 13 años que está radicado en la provincia y forma parte del grupo de investigadores del Instituto de Matemática Aplicada (Imasl). Hace poco presentó, junto a un grupo de investigadores, un documental sobre la Cuenca del Morro, el nuevo río, un fenómeno que preocupa y sorprende.

—¿Por qué decidiste estudiar Ingeniería Agrónoma?
—Tuve dudas entre Agronomía o Biología porque siempre me interesó estudiar los ecosistemas. Me gustaba estar en el campo. Pero me pareció que iba a ser más útil desde el punto de vista práctico y utilitario de trabajar y contribuir a la calidad de los alimentos para la sociedad. 

—¿Cuál fue la razón de elegir a San Luis para investigar?
—Pasé un tiempo largo afuera del país cuando hice el doctorado. Cuando volví, con mi familia queríamos instalarnos en un lugar más tranquilo que Buenos Aires. No se pudo concretar hasta que en 2002 se abrió la carrera de investigador en el Conicet. Me presenté con un proyecto para trabajar en el INTA de Villa Mercedes y nos vinimos. Después, elegí venir a la universidad, para trabajar en el Imasl. 

—Formás parte del equipo que estudia la Cuenca del Morro. ¿Por qué es importante hacer un seguimiento de este fenómeno?
—Se plantea forestar, creemos que ayudará  pero tenemos que monitorearlo. También sería muy interesante tener más área de pastura y obras de ingeniería hidráulica. Cuando estaba en el territorio rural no le daban mucha atención pero tomó importancia cuando empezó a golpear las puertas de la ciudad. Ahora está afectando el barrio Eva Perón y genera problema en la zona urbana de Villa Mercedes. Lo que pasó es San Luis es una solución muy particular que encontró la naturaleza. Lo que se dio es muy raro y está relacionado a los cambios de cómo circula el agua en el territorio. Este nuevo río no existía hace 50 años. Ahora es un cañón de 50 metros de ancho por 25 de profundidad y desemboca en el río Quinto. 

—¿Cómo ves la investigación en San Luis?
—San Luis tiene una comunidad científica muy grande para el tamaño de la población que tiene. Es una provincia muy científica. Sobre todo en áreas fuertes como química y creo que tiene que ver la trayectoria que tiene la universidad. En general, la investigación ha crecido mucho en los últimos diez años. Hay trabajos muy valorados a nivel nacional e internacional. Y para que siga creciendo es importante compartir con la gente esta maravillosa actividad que realizamos. Abrir un poco las puertas, para que la sociedad sepa por qué nos está pagando y puedan disfrutar un poco como lo hacemos nosotros.  

—¿Y en los próximos diez años?
—Hay que ver cómo esté la investigación a nivel nacional. Pero San Luis tiene muchas cosas a favor. La masa crítica de investigadores en áreas básicas no tienen otras provincias. Pero también va a depender de la formación de grupos de especialistas que crezcan y difundan. Si es así, hay una oportunidad excelente porque es un gran lugar para vivir. Si podemos ofrecer buenas condiciones de vida y un ámbito para la investigación, va a venir mucha gente.