El intendente de Renca baleó a un hombre: está detenido

Claudio Daniel Peralta, el intendente de la localidad de Renca,  permanece detenido, pero en un sanatorio de la Capital, con custodia policial, como sospechoso de haberle disparado un tiro en el cuello a un empleado al que habría despedido, Marcelo Andrés Musladino. Según la esposa del herido, el problema se dio cuando su marido fue a un galpón de la empresa de Peralta, a reclamarle el pago de un dinero que le adeudaría. En esa circunstancia, según la mujer, hubo un choque entre los rodados de Peralta y Musladino y, tras esa colisión, se produjo el tiro.

“Hace un rato, Marcelo salió de Cirugía. Está grave. Por lo que me explicaron los médicos, la bala le ha causado daño en la tráquea y la faringe –contó ayer a la tarde María Cristina Rivas, la esposa de Musladino–. Los médicos lo operaron, han limpiado la zona y han visto qué afectó la bala. Pero no le sacaron el proyectil, dijeron que por el momento no es necesario hacerlo, porque está alojado en un lugar donde no causa mayor inconveniente”. Por las referencias que dio, el plomo estaría en el trapecio.

Cristina dijo que su marido, de 51 años, respiraba con la ayuda de una máquina, ya que sufrió un paro cardio-respiratorio. Los médicos lo salvaron. Si consigue salir de este trance, el hombre, según le explicaron los doctores, tendrá por delante un largo camino para recuperarse, en el que posiblemente necesite afrontar más de una intervención quirúrgica.

El paciente llegó consciente al Hospital de San Luis. Pero anoche, estaba en la terapia intensiva. “Su cuadro se complicó durante la cirugía. Encontraron más daño” de lo que se esperaba, manifestó Cristina. “Por lo que nos han dicho, su estado es reservado. Hay que esperar y ver cómo evoluciona en las próximas horas”, informó ayer el jefe de la Comisaría 23ª de Tilisarao, comisario Jorge Mansilla.

El jefe policial comentó que la jueza Penal de Concarán, Patricia Besso, dispuso que Peralta, de 48 años, quedara detenido y autorizó su traslado a un sanatorio de San Luis, para ser controlado por médicos, ya que sufre problemas cardíacos. “Allí lo verán los especialistas y seguramente la jueza dispondrá que médicos forenses del Poder Judicial lo examinen”, estimó.

Ayer a media mañana, cuando su marido resultó lesionado, Cristina no estaba en Renca. Ella estaba en una clínica de Merlo, cuidando a la madre de Marcelo. “Hace tres días que ella está internada. Tuvo un ACV,  y no se despierta”, dijo. Esa circunstancia familiar, que trae aparejado gastos para poder viajar la villa y comprar lo necesario para la atención de la señora, tenía mal a Marcelo, explicó Cristina. “Se desesperó”, dijo.

Al margen de su actividad política, Peralta tiene una empresa vinculada a la explotación de canteras, ubicada en la calle Basilio Bustos. “Mi marido comenzó a trabajar ahí hace unos cinco o seis años –calculó Cristina–. Estaba en negro. Es electricista, y se ocupaba de hacer el mantenimiento y arreglo de la maquinaria”. Cristina dijo que hace unos tres meses Peralta dejó sin trabajo a Musladino, a quien le debía sueldos.

Peralta “lo había despedido sin pagarle nada; pero como no le habían dado aún la plata, mi esposo no se fue. A Peralta no le gustaba que él no se fuera”, indicó.

La mujer no supo precisar a cuánto ascendía la deuda. Pero dijo que el intendente le hizo a su esposo algunas entregas de dinero, por lo que calculó que le restaba abonarle unos dos sueldos. Según Cristina, todas las ocasiones en las que su marido y Peralta dialogaron sobre el tema, fue en buenos términos, de modo tranquilo. “A mi marido le dicen ‘Pelado’. Él –en referencia a Peralta– le decía ‘Pelado, cerrá todo, y andá a tu casa, después te llamo así te venís a la noche y te rindo todo lo que te debo, y la indemnización’”, narró.

Según Cristina, los hombres se encontraron el lunes, hablaron sobre esto y Peralta se comprometió a darle dinero esta semana. “Cuando fue, se encontró con que directamente le pegó un tiro”, dijo.

Choque de autos y de palabras

El predio donde el vecino fue baleado está al frente del domicilio particular del intendente. Según el comisario, ellos supieron del hecho cerca de las 10:30. “Avisaron prácticamente de inmediato. La Comisaría de Tilisarao está a unos 8 kilómetros de Renca, pero la Policía llegó prontamente porque allí hay una dependencia policial”, explicó.

Musladino tiene una Ford F 100. “Mi marido salió del galpón y Peralta ingresó en dirección (a donde estaba Musladino). Ahí se produjo el choque. No sé quién impactó a quién. Pero, desde mi punto de vista, Peralta lo debe haber impactado, porque no podía entrar al lugar de donde estaba saliendo la camioneta”, consideró Cristina.

Según el jefe policial, hasta ahora todo indica que la camioneta habría colisionado el auto de Peralta, un Ford Mondeo. Especificó que se incautaron de ambos vehículos, que han quedado con roturas.

Refirió también que los datos recogidos señalan que Musladino se habría bajado del rodado, acercándose a donde estaba Peralta. Al parecer, él permaneció sentado en su butaca. Después de tener un intercambio de palabras, el intendente habría tomado y gatillado un revólver calibre 38 que llevaba consigo. De acuerdo a lo observado y a las pericias, al tirar, la ventanilla del auto del funcionario se rompió.

El único que habría manipulado el arma es Peralta, dijo. Ahora, la Policía espera los informes solicitados para establecer de quién es, si está registrada.

Una enfermera del centro de salud de Renca le dio la primera atención al herido, a quien lo trasladaron luego al Hospital de Tilisarao. De allí, lo derivaron al de San Luis. En ese momento, estaba lúcido. Según Mansilla, cuando llegaron los efectivos, Peralta también estaba allí, junto a otras personas.

El comisario no entró en detalles sobre el hecho, que está en plena investigación.

Musladino “algo le reclamaba (a Peralta), tratamos de establecer qué era. (El herido) habría sido empleado de Peralta, en una empresa particular que éste tiene, y lo habría dejado sin trabajo”, resumió.

Confirmó que la magistrado y una secretaria estuvieron ayer a la mañana en la inspección ocular en el galpón.

“Todos los elementos que rodean al hecho han sido secuestrados y están a disposición de la jueza”, respondió el jefe policial al ser consultado sobre si el arma estaba en poder de los investigadores. Dio a entender que sí, al igual que prendas de vestir de los implicados.

Al preguntársele si se había practicado a las partes la pericia de rodizonato de sodio, sólo contestó que “son parte de las diligencias sumariales” que realizaron en el lugar.

Ayer a la tarde, El Diario llamó al domicilio del intendente, para dialogar con algún familiar y conocer su versión de lo ocurrido. Atendió una empleada, quien dijo que en ese momento no había parientes del funcionario en la casa.