La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, afirmó que no piensa ni ha pensado en renunciar, haciendo frente a la crisis por el supuesto caso de corrupción que involucra a su hijo, detuvo el avance de sus reformas y tumbó su popularidad.
"Por si acaso, si alguien tiene dudas, yo no he renunciado; y no pienso hacerlo, ni siquiera sé cómo se haría constitucionalmente", dijo Bachelet este miércoles en un encuentro con corresponsales extranjeros, el primero desde que asumió su segundo gobierno en marzo de 2014.
Con contadísimos encuentros con la prensa, Bachelet salió de esta forma a encarar los rumores surgidos en medio de la crisis que afronta tras el estallido del supuesto caso de corrupción que involucra a su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y a su nuera, Natalia Compagnon.
"Claro, a lo mejor ha sido un error quedarse callada, porque tal vez dio una mala impresión o una falsa impresión", reconoció Bachelet, en un primer intento por aclarar su rol en el millonario negocio inmobiliario vinculado a su hijo.
"La verdad es que yo no he tenido ninguna vinculación con nada de aquello. Ni con la reunión, ni con el negocio", agregó la mandataria, en referencia al encuentro que sostuvo su hijo con Andrónico Luksic, uno de los dueños del Banco de Chile, para gestionar el crédito por 10 millones de dólares que les permitió comprar unos terrenos que luego fueron revendidos por un precio mayor.
NA


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