Después de veintidós años, el padre Ignacio Daminato, bendijo el pan y el vino por última vez en la Iglesia San Roque, frente a una multitud que se congregó ayer para despedirlo. El próximo sábado comenzará una nueva etapa como párroco de la Parroquia La Merced, la principal de Villa Mercedes. La comunidad participó de su última misa con lágrimas en los ojos, y demostró cuánto extrañarán al sacerdote que supo convertirse en un referente entre los puntanos. “Nunca pensé en la Iglesia San Roque sin el padre Ignacio”, dijo el padre Alan Sosa Tello, quien lo sucederá, al finalizar la ceremonia.
Fue la misma comunidad quien organizó la despedida, cientos de vecinos del barrio e integrantes de los grupos misioneros que el padre formó. Más de cuatrocientas personas se acercaron a la parroquia a escuchar su última homilía y luego realizaron una procesión por la zona. Después se concentraron en la escuela Nº 7, ubicada frente a la parroquia, para compartir una merienda.
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