Como respuesta a los reclamos, pavimentarán treinta cuadras

Desde que les entregaron sus viviendas, el pasado 18 de diciembre, los vecinos de los nuevos barrios en la zona este de la ciudad han sufrido la falta de accesos, situación que fue aún más problemática por las importantes lluvias con las que inició el año. El Municipio anunció ayer que esta semana comenzarán a asfaltar unas 30 cuadras que facilitarán la entrada y salida a toda la zona.

Durante el lunes y martes hubo una serie de reuniones entre distintas áreas del Municipio y de allí surgió la orden para que de manera urgente se pudiera brindar una solución a las 500 familias que habitan las flamantes 34 manzanas.

“La lluvia nos impidió empezar hoy (por ayer) pero apenas el clima lo permita empezaremos a trabajar, será esta misma semana. Vamos a pavimentar unas 30 cuadras en total: calle Amaro Galán, desde San Luis hasta Ardiles;  San Luis, desde Olloqui hasta Amaro Galán; Sarmiento, desde Guayaquil a Tallaferro, y calle Rufino Barreiro, desde Maipú hasta San Luis”, expresó Sebastián Carrari, responsable del Programa Pavimento.

El funcionario confirmó a El Diario que la primera arteria a trabajar será la calle Amaro Galán, hasta donde llegan las viviendas habitadas y desde donde ya la Provincia edifica otras 1.640 casas hacia el este. “Empezaremos allí para que los vecinos puedan salir hasta Tucumán y hasta Ardiles y luego seguiríamos con las otras calles. Queremos darle una solución rápida, el primer tramo estaría listo en unos 20 o 25 días”, señaló Carrari.

El lunes pasado, con más de 25 milímetros de lluvia registrados en la ciudad, las calles internas de las nuevas viviendas quedaron intransitables. El funcionario municipal explicó que tras una reunión, la empresa que construye los barrios comprometió su colaboración y maquinarias para trabajar en la reparación de todas las calles, para lo cual habrá que esperar que el agua en superficie drene.

Sin salida

Ayer al mediodía, cuando el cielo permitió que el sol asomara, los vecinos de los nuevos barrios comenzaban a recuperar su libertad para ingresar o salir de sus casas, o al menos hacerlo sin complicaciones.

“Cuando llueve no se puede salir, y cuando para hay que esperar unos dos días para que se seque la calle. Los autos no pueden andar, no se puede salir ni entrar; de última hay que tomar la decisión de embarrarse y cruzar las calles a pie”, dijo Luciana Avaca, una de las vecinas. Belén Pérez, habitante en otra cuadra, relató que “las calles son un desastre; acá la Madre Cabrini es impresionante: se quedan enterrados autos, motos y hace unos días se quedó una camioneta de la Policía”.

Sobre calle Amaro Galán (entre La Rioja y Jujuy) el agua queda estancada varios días después de las precipitaciones. “Tengo de vecina a una chica que tiene un hijo discapacitado, y otra vecina que está a punto de dar a luz, ellas no se pueden quedar acá cuando llueve porque si necesitan salir de urgencia no pueden, o tampoco podría llegar una ambulancia a brindar asistencia”, explicó preocupada Soledad Valdés, otra vecina.