Raúl Eduardo Godoy aseguró que es inocente y dijo que lo denunciaron por despecho. Ayer, el hombre de 34 años fue indagado por la jueza Virginia Palacios, que lo investiga por el abuso de una nena de 11 años, ocurrido en 2014. El acusado declaró que mantuvo una relación sentimental con la madre de la víctima, pero cuando ambos terminaron y él inició otro noviazgo, la mujer, en venganza, lo acusó de algo que no había hecho. Tras la indagatoria, el detenido volvió a una celda. El viernes resolverán si queda procesado y preso.
Godoy fue apresado el martes, cuando llegaba a la casa de su madre en el barrio Eva Perón de San Luis. Hacía tiempo que no se lo veía por la zona, la misma donde ocurrió el ultraje.
El jefe de la Comisaría 7ª, comisario Juan Carlos Leyes, contó que sospechaban que estuvo escondido en el campo. Cuando habló ante Palacios, Godoy confirmó ese dato y dijo que había huido por miedo.
La mañana del 25 de octubre del año pasado, Godoy había ido hasta la vivienda de una familia amiga para colocar una media sombra en el patio delantero de la propiedad. Cerca de las 11:30, la dueña de casa se marchó a hacer unas compras y dejó a sus dos hijos al cuidado de Godoy.
El varoncito dormía, pero la nena quedó barriendo el patio. Según relató en la Cámara Gesell, fue en ese momento cuando Godoy abusó de ella. La vecina que vive en la casa contigua observó la aberración por una hendija que hay en la precaria separación entre las viviendas.
Abrumada, la testigo buscó a su hija, que estaba por marcharse, y le contó lo que vio. La joven también se asomó por la ranura y vio al sospechoso con los pantalones bajos.
Godoy salió con una pala en la mano cuando las mujeres comenzaron a pedir auxilio a gritos. Algunos vecinos trataron de lincharlo, pero logró abrirse paso hasta lo de su madre y huir.
Ayer, el acusado negó toda esa situación en su declaración. Cuando lo interrogaron sobre lo ocurrido la mañana del hecho simplemente dijo “no estuve ahí”, según dejó trascender una fuente de la investigación.
No obstante, Godoy admitió que se fue al campo cuando la Policía fue a buscarlo a su casa tras la denuncia. Dijo que sabía que lo acusaban de violador, pero que a pesar de ser inocente huyó por miedo.
También dijo haber mantenido una relación de cuatro meses con la madre de la víctima, y que su única explicación de la denuncia en su contra es que su ex lo acusó por celos del nuevo noviazgo que había entablado.
El sospechoso acudió a la indagatoria acompañado de una abogada particular.
“No solicitaron prórroga de la detención, así que tengo 48 horas de término para resolver”, contó Palacios, que hoy prevé tomarles declaración a las vecinas que fueron testigos de la violación.
“Sumada esa prueba, el viernes estaría en condiciones de resolver la situación procesal del detenido”, concluyó la jueza.
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