Tragedia de Zanjitas: hoy dan el veredicto contra el chofer

Es posible que esta noche Julio César Jofré duerma, otra vez, en la Penitenciaría provincial. El colectivero de Polo, que cumplió dos meses de prisión preventiva en 2011, tras la tragedia de Zanjitas, va a escuchar hoy los alegatos del fiscal, de su defensor y de los abogados de las víctimas. Y al final, el veredicto de la Cámara del Crimen Nº 1. Aun cuando no prospere un eventual pedido, que haría al menos uno de los abogados, de que lo acusen por la figura más grave de homicidio con dolo eventual, el chofer puede ir a prisión, si lo condenan por más de tres años de cárcel. El delito de homicidio culposo, por el que está procesado, tiene un máximo de cinco años de pena.

Para la Justicia de San Luis, el chofer del colectivo que llevaba al contingente del colegio católico “Santa María” es el único responsable, hasta ahora, de la peor tragedia vial de la historia de la provincia. Hoy, cuando termina el juicio en su contra, no está definido aún si su empleadora, la dueña de Polo, Mabel Tyempertyopolos, será juzgada por el hecho ocurrido el miércoles 2 de noviembre de 2011.

Faltaban unos minutos para el mediodía cuando el Mercedes Benz modelo 2003 que conducía Jofré, por la ruta provincial 3, fue embestido por un carguero de la empresa América Latina Logística (ALL), en el paso a nivel sin barreras de Zanjitas, 58 kilómetros al sur de San Luis. Murieron seis nenas de 5º grado y dos docentes.

La empresaria ya está procesada. La acusó el juez de Sentencia Carlos Varela, luego de que la jueza Penal Nº 1, Mirtha Esley, entendiera que Tyempertyopolos no había tenido responsabilidad penal en el hecho y decidiera no imputarla.

El procesamiento dispuesto por Varela fue confirmado luego por la Cámara del Crimen Nº 1, ante una apelación de la defensa. Ante el revés que sufrieron con la ratificación del tribunal de segunda instancia, los abogados de Tyempertyopolos recurrieron ante el Superior Tribunal de Justicia. Hoy, la suerte de la procesada está en manos de la Corte Provincial.

La ampliación de la investigación, llevada adelante por Varela, tenía el propósito de determinar si en la tragedia habían tenido responsabilidad la dueña de la empresa de colectivos, su madre y su hija –ambas formaban parte, en los papeles, del directorio de la firma– y los cuatro maquinistas del convoy de ALL.

Las dos familiares de Tyempertyopolos y los cuatro empleados de la empresa ferroviaria fueron excluidos de la acusación.

Abogados de algunas de las víctimas plantearon que la directora del colegio, Mónica Luna, y los directivos de América Latina Logística también habrían sido penalmente responsables del choque y de sus consecuencias. Porque, alegan aún hoy, las condiciones deficientes de seguridad en que circulaban ambos vehículos hicieron, primero, que se produjera el hecho, y, en segundo término, que sus secuelas fueran más graves de lo que podrían haber sido.

Pero, de esos planteos –algunos fueron hechos de manera formal y otros no–, ninguno ha prosperado.

Por eso hoy, en rigor, Julio César Jofré, el colectivero, es el único que enfrenta una posibilidad concreta de ser condenado.

Hasta ahora está procesado por homicidio culposo y lesiones culposas, el tipo de delitos que se cometen por negligencia, impericia o imprudencia. Puede terminar el día en la cárcel, porque podrían darle hasta cinco años de prisión, en caso de que la Cámara del Crimen Nº 2 mantenga la actual calificación legal del hecho. Pero también es cierto que, aun condenado, hoy podría volver a su casa, como pasó luego de cada una de las audiencias anteriores del juicio.