Hacía ocho años que la V Brigada Aérea de Villa Reynolds no realizaba una jornada de puertas abiertas, y el éxito que tuvo la de ayer mostró que los villamercedinos aún disfrutan de ver todo lo que la base guarda dentro de sus hangares. La mayor atracción fueron los vuelos y piruetas de los aviones, pero también cautivaron las muestras de los diferentes armamentos, de los simuladores mecánicos de los A4 AR, los museos de las dos asociaciones de Veteranos de Guerra, el espectáculo de los perros de la Policía de la Provincia y la infaltable Banda de Música.
Cuatro tipos de aviones de las Fuerzas Armadas visitaron Villa Reynolds, 3 helicópteros Bell y uno más de rescate.
La cita obligada del domingo fue, sin dudas, el encuentro en Villa Reynolds. Unas 48 mil personas cargaron el bolso matero, las reposeras o mantas y algunas cositas ricas suficientes para pasar las siete horas que duró la jornada. Familias y grupos de amigos recorrieron el inmenso playón frente a los hangares y a la pista de despegue. Algunos, hasta llevaron a su mascota.
El único malestar fue el ingreso, como era por el aeropuerto podía arribarse por avenida Jorge Newbery o por la Autopista de las Serranías Puntanas. A pesar de las opciones, fue un caos. Hubo demoras porque la cantidad de autos colapsó los estacionamientos y provocó que unos cuantos estacionaran a mitad de camino y emprendieran una caminata de casi 400 metros hasta el predio. Sin embargo, el buen clima y la fiesta brotaron el buen humor en todos.
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