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Piden cárcel para el conductor que no acató una orden judicial

Por redacción
| 14 de julio de 2014
Ruta 55. La mamá y el hermano de María José donde fue el choque. | José Sombra

Para los padres de María José Real, la joven embarazada que murió cuando Diego Romero la llevó por delante con su auto en 2005, al conductor no le cabe sentencia más justa que la cárcel.

 

El abogado de los Real, Fabio Gil, recordó una condena ejemplar: la de "la Hiena" Barrios.


Eso será lo que el abogado de la familia, Fabio Gil, intentará conseguir tras la feria judicial. "Pediremos la revocación de la probation y, a partir de eso, la posibilidad de que la causa sea llevada a debate oral", adelantó.

 


La probation implica la suspensión de un juicio penal a cambio de reparar el daño causado con tareas comunitarias. El beneficio sólo puede ser aplicado en los casos que las penas no alcancen los tres años.

 


Esa oportunidad quedó abierta a partir del 1º de julio, cuando el juez de Instrucción N° 2, Leandro Estrada, procesó al hombre de 35 años por "Quebrantamiento de la inhabilitación" para volver a conducir un vehículo.

 


La pena que cabría a un delito como ése va de dos a tres años de prisión, señaló Gil. "El quebrantamiento es factible de libertad condicional. Es algo que, por lo tanto, podría plantear la defensa", acotó.

 


Pero lograr ese otro beneficio, de todas formas, no será tan sencillo. "Hay que tener en cuenta si el imputado tiene antecedentes, agravantes. Y sí los hay, porque esta persona ha quebrantado en reiteradas oportunidades lo que hace a un ordenamiento judicial", subrayó el abogado.

 


Gil consideró que supeditar a un acusado de "Homicidio culposo en accidente de tránsito" a una sentencia firme, dispuesta en un juicio, sería algo sin precedentes en la provincia. "Estas personas no son sancionadas con penas graves. Siempre quedan, de alguna manera, como impunes", expresó.

 


"Esperamos que Romero vaya preso, para que la condena sea ejemplar", manifestó esperanzada Luisa Real, la mamá de María José. "Como él, hay varios que tienen prohibido manejar porque llevaron por delante a una persona. Después que entregan sus licencias de conducir al Juzgado, nadie se encarga de seguirlos para ver si cumplen o no con la prohibición", agregó.

 


La tragedia

 


La vida de los Real dio un giro inesperado el 24 de abril de 2005. Esa madrugada, Majo, de 16 años, volvía del boliche "Iguana", con tres amigos, por la banquina de la ruta 55 Norte. Al igual que la otra chica del grupo, María José estaba en el sexto mes de embarazo.

 


"Iban uno detrás del otro cuando fueron embestidos. Los otros chicos cayeron para un costado de la ruta, para el lado de afuera, pero Majo voló por encima del capot y terminó sobre el asfalto", relató Graciela Cabral, la presidente de la Asociación Sí, a la Vida".

 


El bebé de María José nació, pero sólo resistió tres horas de vida. A los cuatro días, su mamá murió. La otra joven también perdió su embarazo.

 


El 20 de octubre de 2009 la Justicia condenó a Romero a cumplir 2 años y ocho meses tras las rejas y le prohibió volver a conducir por los siguientes cinco años. Como la pena era inferior a tres años, no fue necesario que el sentenciado la cumpliera en la Penitenciaría.

 


En agosto de 2011 la Cámara Penal Nº 2 le otorgó al hombre la probation. Esa disposición no sólo dejaba en suspenso la continuidad del juicio sino que también redujo la inhabilitación para manejar de cinco a tres años.

 


"A cambio, Romero tenía que hacer trabajos de mantenimiento y completar otros requisitos en el Hogar de Niñas", contó el representante de los Real. Algo que el condenado tampoco cumplió, reveló Gil.

 


El imputado llevó esa desobediencia al extremo el 12 de mayo del año pasado. Ese día, cuando circulaba por calle Chacabuco, al parecer con una mujer, perdió el control del Volkswagen Gol y se estrelló contra un árbol en la esquina de Sallorenzo. La pareja caminó hasta la Clínica del Niño y según un médico que los asistió, el automovilista se golpeó el pecho con el volante, tenía un desplazamiento de la mandíbula, perdió piezas dentarias y sufrió infecciones en distintas partes del cuerpo.

 


Comprobar que Diego Romero había violado una prohibición judicial y que había vuelto a incurrir en un accidente vial, le tomó a la familia Real poco más de un año.

 


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