Detrás de los barrios del sur de la ciudad de San Luis, 500 Viviendas y Néstor Kirchner, hay una loteo habitado por grupos familiares numerosos cuya única manera de acceso al agua es a través del acueducto San Luis, que brinda líquido sin potabilizar. Por eso, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza para extender la red del suministro a ese sector.
“Esperemos que el intendente no lo vete y si lo aprueba, que lo cumpla”
El terreno está ubicado en el margen derecho de la ruta provincial Nº 3, pasando hacia el sur el puente de la Autopista de las Serranías Puntanas (ruta nacional Nº 7).
El proyecto, presentado por el Frente Progresista Cívico y Social, sólo tuvo el voto negativo de los concejales del Frente para la Victoria. Germán Ponce, edil K e hijo del intendente, planteó que esa obra no se encuentra dentro del presupuesto de este año y que el loteo se ubica fuera de los límites de la ciudad.
El presidente del bloque Compromiso Federal, Gustavo Zavala, sostuvo que es primordial hacer la ampliación “por una cuestión humanitaria” ya que los afectados se encuentran a metros de donde ahora el Gobierno provincial construye más viviendas. “Con esa excusa le vamos a decir al Municipio de Zanjitas que ellos sean los que le den agua. No están a 200 kilómetros de San Luis, como mucho están a 500 metros de distancia para darle suministro”, explicó.
El radical, Francisco Guiñazú, planteó que más allá de los límites es un esfuerzo menor y dijo que era tan necesario como cuando se obligó a Transpuntano a llegar hasta la escuela Agraria por el mismo motivo. Mientras, Germán hurgaba su tablet, distraído.
El proyecto salió de la Comisión de Obras Públicas integrada por Gustavo Zavala, Marcelo Amitrano, Delfor Sergnese (todos de Compromiso Federal), Claudia Rocha (de la alianza radical) y Germán Ponce (de Frente para la Victoria).
Más allá de su voto negativo y de decir que la obra queda fuera del ejido urbano, Ponce sostuvo que no estaba en contra de la extensión pero ató su ejecución a un análisis de factibilidades por parte de la Intendencia, para ver si cuenta con los fondos necesarios.
Ponce adelantó que “es muy probable” que su padre vete la ordenanza y que esta obra no se realice. “Si bien reconocemos que la Intendencia tiene la facultad de decidir cuáles son las obras para hacer y la oportunidad de ejecutarlas, este tema es sobre el agua potable”, dijo Sergnese, edil de Compromiso Federal.
“Esperemos que el intendente no lo vete y si lo aprueba, que lo cumpla”, concluyó. Si el intendente decide rechazar la ordenanza, el Concejo puede intentar torcerle la voluntad y dejarla vigente, pero para ello debe reunir dos tercios de los votos.
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