“Un relato desgarrador”. Esas palabras utilizó Carlos Salazar, defensor de Pobres y Ausentes, para definir la vida que Esperanza Alejandra Barzola llevaba junto a Mario Molina y su familia. La pareja, detenida por la muerte de su beba de cinco meses, convivía desde hacía unos cinco años. El domingo, cuando declaró ante la juez Virginia Palacios, él no dudó en culpar a la joven por lo ocurrido. Pero el abogado de la madre de la pequeña está convencido que Barzola sufría, igual que su hija, maltratos sistemáticos. “La verdad saldrá a la luz cuando sepamos qué pasó realmente en ese domicilio. Ahí está la defensa de Esperanza”, aseguró Salazar.
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