EE.UU. atacó recintos nucleares iraníes e Israel pone en duda el éxito de la operación
La operación “Martillo de Medianoche” fue presentada por el Pentágono como un golpe devastador al programa nuclear de Irán. Teherán asegura que seguirá adelante y Tel Aviv duda de la eficacia real del ataque.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó este domingo que la llamada operación “Martillo de Medianoche” logró destruir tres instalaciones nucleares clave en territorio iraní. El funcionario aseguró que “el programa nuclear de Irán fue devastado” y volvió a instar al régimen de Teherán a retomar las negociaciones. “Esto no tiene un final abierto”, advirtió.
Según detalló el Pentágono, el operativo fue ejecutado con misiles de precisión y drones furtivos que atacaron objetivos en Fordo, Natanz y Arak. Las imágenes satelitales difundidas por agencias estadounidenses mostrarían daños significativos en dos de las tres instalaciones, aunque aún no hay confirmación independiente sobre el alcance del impacto.
Desde Irán, la respuesta llegó de manera escueta pero contundente. La Organización de Energía Atómica de ese país rechazó el ataque y afirmó que “seguiremos adelante con nuestro programa nuclear, que es fruto de la sangre de nuestros mártires”.
En tanto, un vocero del ejército israelí se mostró más cauto respecto a los resultados de la operación. “Estamos verificando los daños, pero es demasiado pronto para determinar si el ataque logró neutralizar completamente la capacidad de enriquecimiento de uranio. No descartamos que hayan retirado parte del material antes del bombardeo”, señaló.
El presidente argentino Javier Milei, por su parte, se expresó en X retuiteando un mensaje del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien agradeció a Donald Trump por la ofensiva. El gesto fue leído como un respaldo explícito al operativo militar.
La tensión crece también en Israel, que permanece en estado de alerta máxima ante posibles represalias de grupos aliados de Irán como Hezbollah, Hamas o los hutíes yemeníes. Estas organizaciones no participaron de enfrentamientos en las últimas semanas, pero el gabinete de guerra israelí ya reforzó sus dispositivos de inteligencia y seguridad interna ante eventuales atentados.
Aunque la Casa Blanca busca mostrar contundencia militar, el escenario sigue abierto: Irán no da señales de retroceder y la comunidad internacional observa con preocupación una nueva escalada bélica en Medio Oriente.


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