La demanda de campos agrícolas vuelve a desplazar a la ganadería
La productora y operadora inmobiliaria rural Valeria Pernas describió las características que sobresalen en la actividad en lo que va del año. Afirmó que las tierras agrícolas y ganaderas de San Luis están sobrevaluadas.
La fluidez del mercado inmobiliario rural en San Luis en lo que va del año muestra altibajos y contrastes, generados por diversas razones, principalmente por el clima.
"Muchos campos ganaderos han sido desalojados para destinarlos a la agricultura, pero si se levantan las retenciones, va a mejorar la demanda de establecimientos para la producción bovina", describió Valeria Pernas, productora y empresaria dedicada a operaciones de compra, venta y alquileres rurales.
Los productores grandes que alquilaban en San Luis, especialmente maniceros, se han retirado porque vienen de cuatro años secos y no les fue bien con las cosechas, destacó en diálogo con suplemento El Campo.
Pernas afirmó que los campos agrícolas y ganaderos de San Luis están sobrevaluados, y detalló que el valor de la venta varía según el plazo en el que se pacte la operación y las mejoras con las que cuenten las propiedades rurales.
"El año arrancó con la expectativa del nuevo Gobierno y pronóstico de la llegada del fenómeno El Niño, por lo que hubo mucha consulta y ventas de campos", recordó.
Sin embargo, El Niño no se expresó como se esperaba: "Venimos con cuatro años de una sequía muy grande y el año pasado, estoy hablando de la provincia de San Luis, sobre todo, con los golpes de calor que hubo y con las altas temperaturas, más los vientos, que hacen un efecto tipo soplete, fue en detrimento de la cosecha, porque hubo muy bajos rindes".
Fue por la sequía que disminuyó la demanda de campos agrícolas en San Luis. La empresaria dio como ejemplo que muchas de las empresas grandes que hacían soja, maíz y maní se corrieron para el lado de Venado Tuerto y provincia de Buenos Aires, y dejaron muchos campos en la provincia.
"Los maniceros y empresas grandes, como pools de siembra importantes, que buscaban campos en la zona de La Angelina, Soven, sur de Villa Mercedes y la zona de Fraga, se han retirado porque vienen con cuatro años malos, con las napas agotadas, una situación que se arrastra desde la época de la pandemia", lamentó.
Pernas vive en su campo de Paunero, una localidad cordobesa ubicada a siete kilómetros del límite con San Luis: "Nunca, desde que nací, vi las lagunas en los médanos secas. No hay agua. Antes, la hacienda tomaba en ese tipo de campos porque era agua dulce, de lluvia más la que brotaba de las napas; ahora la gente está haciendo perforaciones, para que tengas una idea, porque no hay agua".
Activa. Valeria Pernas reparte su tiempo entre la producción, la tarea inmobiliaria rural y la venta de semillas.
"En lo que va del año, he cerrado muchas operaciones porque hay demanda, pero quienes buscan campos grandes piden para la zona de Rufino y General Villegas, porque si bien tienen mejor producción, algunos con agua cerca y con influencia de napas, son campos que no están tan caros", reveló.
En ese sentido, Pernas aseguró que los campos de San Luis están sobrevaluados, un dato que comparte con colegas que trabajan sobre sectores próximos a Río Cuarto y a General Villegas.
"Estamos viendo que hay campos ganaderos por los que están pidiendo, por ejemplo, en Beazley, 200 dólares de hectáreas, cuando allí se necesitan 10 hectáreas para poner una vaca, algo que deja de ser rentable, porque esa vaca tiene que quedar preñada, gestar un ternero y parirlo, y después destetarlo y venderlo para poder tener un número", fundamentó y aseguró: "Entonces, para eso se van a la Cuenca del Salado, que es una zona mucho más productiva y donde parás dos vacas por hectárea".
Y en cuanto a los campos agrícolas, la empresaria afirmó que en la zona de San Luis también están sobrevaluados, porque piden de 4.000 a 5.000 dólares y hasta 7.000 por hectárea cerca de Villa Mercedes.
"Eso es imposible porque los números para hacer una soja o un maíz están muy ajustados o no te dan", comparó.
De todos modos, señaló que en San Luis intervino en varias ventas de campos, cuyo precio varía según el plazo.
Por ejemplo, se han vendido campos con hasta siete años de plazo en la zona de Caldenadas, a 2.000 dólares la hectárea. En cambio, si la operación se cierra al contado, el valor de la hectárea puede bajar hasta los 1.600 dólares.
También mencionó otro aspecto que modifica el precio: es el tema de las mejoras.
Citó campos que solo tienen alambre perimetral, ya que sus instalaciones ganaderas fueron levantadas para destinarlas a la agricultura.
Pernas tiene una mirada optimista si finalmente el gobierno nacional levantara las retenciones a los productos agropecuarios, especialmente carne y lácteos: "Eso va a mejorar la demanda de campos ganaderos, aunque me encuentro con ese otro problema, que en muchos establecimientos de producción bovina se pasaron a la agricultura y hoy no están rindiendo, así que estamos con ese tema".
Qué pasa en el resto del país
Los precios de los arrendamientos de campos en Argentina no se incrementaron en 2024 y, paralelamente, se registró una mayor demanda de propiedades rurales, especialmente para la producción agrícola.
Según la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), los valores de las propiedades aumentaron entre un 10% y un 15%, se incrementaron las visitas, se encontraron nuevos demandantes y uno de los datos más llamativos fue que los arrendamientos mantuvieron sus valores, a pesar de que con la devaluación de diciembre los márgenes agropecuarios se redujeron drásticamente.
"Este 2024 ha sido un año atípico en el mercado inmobiliario rural, ya que por primera vez no hubo un aumento en los precios de los alquileres. Veníamos con una seguidilla de tres o cuatro años de incremento de un 10% a un 15% anual el precio del alquiler y este año, hasta ahora, se mantuvo estable", contó Federico Nordheimer, presidente de la inmobiliaria Nordheimer Campos y Estancias.
Aunque algunos productores abandonaron las tierras que arrendaban porque no convalidaron el precio que les pedían los propietarios, aparecieron nuevos inversores dispuestos a abonar esas sumas. "El mercado estuvo activo y demandado a nivel de alquileres, sobre todo porque hay mucha demanda de campo agrícola", indicó Nordheimer.
De acuerdo al empresario, en la actualidad el alquiler agrícola presenta ventajas tanto para propietarios como para inquilinos. "Los propietarios pueden obtener un ingreso estable, sin riesgos, al mismo tiempo que diversifican su cartera de inversiones, mientras que los inquilinos buscan acceder a mayor cantidad de tierras productivas, sin necesidad de realizar una inversión inicial significativa, para poder hacer mayor economía de escala y reducir los costos de producción", explicó. Hoy, los productores que alquilan propiedades rurales en Argentina son mayoritariamente locales, indicó.
De acuerdo con Nordheimer, Argentina constituye una de las mejores opciones para invertir en campos agrícolas por la fertilidad de sus tierras, su clima favorable y su infraestructura, muy desarrollada en comparación con el resto de la región. Asimismo, consideró que "las expectativas por nuevas políticas económicas fomentan la inversión en el sector".


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