La sesión de esta semana en la Cámara de Diputados arrojó un vistazo de cómo se dará el debate parlamentario este año. A pesar de que el peronismo tendrá minoría con 17 bancas, el oficialismo y sus aliados tendrán que afinar la puntería si quieren imponer su agenda efectivamente en el año legislativo.
El debate en esta oportunidad pasó por la asunción inmediata o recién el 1⁰ de abril de la mesa directiva presidida por el experonista Alberto Leyes. Finalmente, a pesar de los esfuerzos de los legisladores oficialistas, Silvia Sosa Araujo, del peronismo, seguirá al frente del cuerpo hasta que termine su mandato a fin de mes.
Las gradas estaban llenas
Allí se veían senadores del oficialismo y también a quien es señalado como "el compra voluntades": José Giraudo, exlegislador que hoy es secretario de Asuntos Institucionales y Enlaces Parlamentarios.
En algún momento se lo observó hablando al teléfono y debajo podía verse en el recinto a Verónica Causi, su pareja, también con el celular al oído. Ahí quizás se diagramó la estrategia, bajo la postura que los diputados son un cuerpo soberano, se podía interpretar libremente el reglamento y así hacer asumir a Leyes al instante.
No funcionó. Ni los intentos de Causi, ni los del diputado Javier Gímenez de la UCR y Marisa Patafio, del poggismo. La defensa legislativa del gobernador Claudio Poggi será difícil desde lo discursivo: la única legisladora de fuste del último tiempo, Mónica Becerra, migró al Ejecutivo, y a pesar de gritos e interpretaciones varias, no pudieron torcer el mandato de Sosa Araujo.
“Diputados del oficialismo y bloques aliados pretenden dar un golpe institucional, que voten y asuman inmediatamente hoy las autoridades. La presidenta tiene mandato hasta el 1º de abril. Todos los vericuetos son planteos de un golpe institucional”, aclaró al público Federico Berardo, del peronismo.
“No me estoy atrincherando en ningún lugar, soy presidente de la Cámara hasta el 1° de abril, porque para eso me eligió el cuerpo. Acá se cumple el reglamento y mientras sea presidenta de la Cámara se va a cumplir”, remarcó.
“Renuncio absolutamente a todos los fueros que me puedan corresponder como diputada para que hagan las investigaciones y vayan a la Justicia, lo que consideren”, dijo luego a la prensa.
Así, a pesar de estar en minoría, el peronismo mantuvo la presidencia por unas semanas más, lo que retrasará los "trámites" legislativos que el poggismo intentará pasar como el tarifazo para subvencionar las comidas de las escuelas y el boleto estudiantil gratuito.
El discurso de medios afines y del Estado reprodujeron una derrota del peronismo. Omitieron las pataletas de sus legisladores que no pudieron cumplir con la asunción de autoridades inmediata que pretendía Poggi para aprobar sus proyectos lo antes posible.
Pedido de expulsiones: cimbronazo
A esto se suma el cimbronazo que ha generado una nota elevada por el bloque Frente Unidad Justicialista al Tribunal de Disciplina del PJ para pedir la expulsión de ocho legisladores por traicionar los preceptos del peronismo y abrazar las políticas de ajuste económico que preconiza con inusitado fervor el poggismo.
El documento apunta a los diputados Edgardo González Ferro, Aida López, Cristian Gurruchaga, Carlos Altamiranda, Humberto Frías, Ana Doly Glellel, Oscar Macías y Graciela Muñoz.
Se espera que el Tribunal de Disciplina del PJ se expida pronto y con un desenlace similar al del caso de Alberto Leyes, que el año pasado fue expulsado del seno del partido.
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