El gobierno provincial tiene una caja de unos $200 mil millones
Hay plata, a pesar del discurso que repite la administración de Poggi para justificar atropellos y "negociados". El monto se desprende de los ingresos provinciales y de coparticipación.
En los últimos tiempos, los puntanos han experimentado un ajuste económico que no tiene antecedentes. A la manifestación de una crisis nacional que arrasa con una inflación galopante se le une el profundo desmanejo del gobierno provincial de Claudio Poggi, con el desdoblamiento de salarios de los empleados públicos y recortes generalizados.
Sin embargo, un análisis de los movimientos de recursos recibidos por el Ejecutivo da cuenta de que este sufrimiento es forzado por una decisión política incomprensible o por la alimentación de una bicicleta financiera. Según información a la que accedió El Diario de la República, la Provincia posee una caja de más de $200 mil millones, monto más que suficiente para no tener que abonar los salarios en cuotas como lo ha hecho en los dos últimos meses.
Por empezar, la gestión anterior dejó un saldo de más de $100 mil millones en diciembre, con una canasta de moneda extranjera en la que había 30 millones de dólares. Esto quedó asentado a través de la programación financiera, que confirma que los datos son certeros y no simples expresiones mediáticas, como en las que incurre el poggismo para alertar sobre supuestos “rojos” en las arcas del Gobierno.
A esta base hay que sumar que hasta fines de enero ingresó al erario una suma de casi $50 mil millones en concepto de coparticipación, y de más de 24 mil millones correspondientes a ingresos provinciales. Poggi insiste en que “no hay plata”, pero su gestión oculta cuánto dinero había entre el 10 de diciembre y el 31 de diciembre.
En detalle, hasta el 30 de enero ingresaron a las arcas puntanas $47.720 millones, un 8% del Presupuesto 2024, que es de $594.000 millones. Ese 8% es casi casi una doceava parte del presupuesto, o sea, un mes, y no computa la recaudación provincial.
Las cifras son claras: la Provincia cuenta con los recursos para pagar sin desdoblar. Si el Ejecutivo incurriese en este acto solo para alimentar una bicicleta financiera ganando intereses al retener recursos, lo que sería lisa y llanamente usura, implicaría una perversidad inentendible. Y en el caso de que no hubiera un fin espurio, se estaría ante un caso de mala praxis económica enorme, ya que con la elevada inflación que hay, el resultado es que ese dinero se volatiliza de manera inexorable.
A medida que pasa el tiempo, el argumento que repite Poggi de una Provincia quebrada va perdiendo fuelle. ¿Por qué San Luis, que jamás tuvo el más mínimo problema en pagar salarios, pasó a un escenario catastrófico sin escalas? ¿Por qué es la única jurisdicción del país que aplica el desdoblamiento? ¿Por qué el Ejecutivo adelantó el pago de los salarios cuando se lo ordenó la Justicia? ¿Por qué para los salarios de enero el desdoblamiento implicó tan pocos días de diferencia, lo que deja traslucir que no hay un problema de fondo real?
Por ahora, todas preguntas sin respuestas.
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