Cumplió 50 años la última promoción de la Escuela Normal de Varones

Por razones que es difícil sintetizar en un artículo periodístico, la Escuela Normal "Juan Pascual Pringles" genera un sentido de pertenencia irrevocable para quienes egresan de la tradicional casa de estudios. Así lo sentían los egresados que se reunieron ayer por la mañana para conmemorar los 50 años de haber obtenido su título. Además de ser el último grupo exclusivamente de varones, dado que al año siguiente la escuela tendría su primera promoción “mixta”, se trató de una de las últimas de maestros normales superiores y bachilleres, ya que las leyes de la época modificaron la formación docente en el país.

El acto tuvo dos etapas diferenciadas, la primera de ellas en el hall de entrada, cuyo ingreso queda por calle Pedernera, casi en la esquina con Mitre. La Banda de la Policía de San Luis fue la encargada de interpretar el Himno Nacional y el Himno al Coronel Pringles. Dijeron unas palabras el rector de la escuela, Néstor Castro, y uno de los exalumnos que ofició de maestro de ceremonias, Jorge La Vía.

“El acto se realiza a pocos días del Día del Maestro, en honor a Domingo Faustino Sarmiento. Salvando grandes diferencias, nosotros al igual que al héroe de nuestra Nación Argentina también estamos entregados permanentemente al servicio de la educación. No solo heredamos ese principio, sino que también corre por nuestras venas lo que nos legó el héroe máximo de la puntanidad, el coronel Juan Pascual Pringles”, apuntó La Vía.

“Ustedes son los que transitaron las galerías y colmaron las aulas, con picardías, juegos, lecciones, estudios y el trabajo diario, pero también con compañerismo, afecto y compromiso, que fue lo que les dio la verdadera identidad normalista. Estoy seguro de que los lugares que transitaron imprimieron el prestigio, porque fueron educados en esta escuela y entregaron lo mejor a la sociedad puntana”, dijo por su parte el rector de la institución.

Posteriormente, Lilia Moyano, la viuda del egresado Juan Ledezma, junto al exalumno Carlos Astorga y el rector Castro, dejaron una ofrenda floral frente al busto del prócer puntano.

Minutos después, egresados y familiares de la promoción 1973 subieron al primer piso, donde en uno de los pasillos continuó el acto. La Banda de la Policía se acomodó y también hicieron su entrada los abanderados de la escuela. Como ocurría cuando iban a las aulas, se tomó lista. Los alumnos que asistieron al acto dijeron presente, mientras que los familiares tomaron la posta de aquellos egresados que murieron.

Posteriormente, descubrieron la placa conmemorativa. El sacerdote Aníbal Sosa, capellán de la Policía, también egresado de la escuela en 1981, dio la bendición a la placa.

En primera persona

El momento más emotivo de la ceremonia fue cuando el egresado Miguel Ángel Broky dio un discurso en representación de su clase. “Lo primero que se me viene a la memoria de esos tiempos es esa multitud de guardapolvos blancos en el nivel primario y el blazer azul y pantalón gris que usábamos durante los seis años del secundario, en muchos casos en invierno y verano, porque no se podía tener uno para cada estación. A pesar de que a veces protestábamos, lo llevábamos con orgullo”, recordó el profesor.

Broky recordó y enumeró a directivos, maestros, profesores, preceptores y maestranzas que formaron parte de la educación de la promoción. “Esta querida escuela no solo fue lugar donde adquirimos los conocimientos necesarios para nuestra educación formal, sino que fue un puente y un medio facilitador de experiencias inolvidables”, apuntó, evocando a los viajes que realizaron a Chile en 1971 y a Uruguay en 1973.

“Fue lugar de inicio de amistades y compañerismo, y otras se reiniciaron como si todo hubiera ocurrido ayer. Perdimos a algunos en el camino, pero permanecen intactos en nuestro recuerdo y en nuestra memoria”, dijo, al borde las lágrimas, recordando a sus compañeros fallecidos.

Broky detalló que algunos alumnos, como lo fue en su caso, se dedicaron a la educación, mientras que otros fueron médicos, abogados, ingenieros, arquitectos, veterinarios, empleados y empresarios. “Agradezco a todas las personas que siguen siendo parte orgullosa de esta prestigiosa institución centenaria y que a pesar de los cambios necesarios que rigen en la vida, siempre perdura en ella el espíritu de formar ciudadanos libres de pensamiento”, concluyó ante el aplauso de sus pares.

Minutos después, la banda policial se retiró, no sin antes brindar la canción del feliz cumpleaños con tintes de jazz. Las actividades continuaron para los egresados con una clase magistral a cargo de Aldo Olguín en el Aula Magna y más tarde con una misa. “Muchos de nuestros compañeros se fueron al sur; ejercieron la profesión de maestros. La verdad es muy emocionante volver a la escuela donde hicimos nuestra vida, fueron 13 años de vivir acá adentro. La escuela está igual, nos trae muy lindos recuerdos”, apuntó Julio Roberto Suárez.

“La verdad fue nuestro segundo hogar, aquí nos formamos, convivimos en momentos gratos y tristes. Esta escuela me dejó la mayor enseñanza del respeto por los demás, la moral y la ética. Somos una generación en extinción, lo que nos brindó este lugar ya no se logra”, definió con orgullo Guillermo Varela, otro de los egresados normalistas.

Varela, junto al resto de la clase, son historia viva de una institución que dejó su marca en la sociedad puntana, por su formación de maestros y profesionales de múltiples generaciones de sanluiseños.

Los egresados

Blas Abayay, Rodolfo Aguilar, Juan Carlos Arce, Arnaldo Arnaez, Carlos Astorga, Ramón Ávila, José Ballerino, Miguel Ángel Broky, Sebastián Calcagno, Miguel Calderón, Julio Cuello, José D’Agata, Juan Domingo Delicia, Eduardo Díaz, Jorge Fernández, Raúl Fernández, Saúl Fernández, Eduardo Funes, Rolando Funes, José Giunta, Edgar Godoy, José Guevara, Pedro La Vía, Juan Ledezma, Carlos Lucero, Justo Lucero, Jorge Mamy, Ramón Molina, Juan Olariaga, Miguel Olcina, Atilio Orosco, Jorge Páez, Andrés Pedernera, Daniel Peiro, Julio Peralta, Ricardo Romero, Antonio Sánchez, Carlos Sarmiento, Carmelo Sindoni, Julio Suárez, Guillermo Varela y Carlos Vital.