Un ejemplo de justicia

Es un ejemplo de justicia —de los que posiblemente haya millones cada día—, pero en este caso es sobre la muerte de George Floyd en 2020, por brutalidad policial; un caso emblemático que hizo nacer el lema: “Las vidas negras importan”, movilizó a Estados Unidos y fue duramente cuestionado en todo el mundo.

Un exagente de la Policía de Minneapolis fue condenado a cuatro años y nueve meses de prisión por complicidad en el homicidio de George Floyd, un hombre negro cuyo cuello fue aprisionado en el suelo por la rodilla de otro uniformado.

La sentencia, dictada por el juez de distrito del condado de Hennepin, Peter Cahill, fue más severa que los 4 años y tres meses solicitados por el fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, para Tou Thao, el último policía condenado por la muerte de Floyd.

El fallo se ejecutará simultáneamente con los 3 años y medio que Thao recibió anteriormente por una condena federal por violar los derechos civiles de Floyd.

En mayo, Cahill declaró a Thao, un veterano de nueve años en el cuerpo de Policía, culpable de un cargo de complicidad en homicidio involuntario en segundo grado por su participación en la muerte de Floyd.

Derek Chauvin, un agente blanco al que un video tomado con un teléfono móvil grabó arrodillándose sobre el cuello de George Floyd durante más de nueve minutos el 25 de mayo de 2020, fue declarado culpable de homicidio en 2021.

Chauvin fue condenado a 22 años y medio de prisión estatal por homicidio no intencionado en segundo grado y a 21 años por cargos federales de violación de los derechos civiles de la víctima.

Thao contuvo a una pequeña multitud de transeúntes mientras Chauvin y otros dos agentes sometían a Floyd, de quien la Policía sospechaba que había usado un billete falso de 20 dólares en una tienda cercana. La muerte de Floyd desencadenó una oleada de protestas por el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos y en todo el mundo.

Los abogados de Thao no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios.

Los otros dos agentes presentes en el lugar de los hechos, Thomas Lane y J. Alexander Kueng, sujetaron a Floyd por las rodillas y las nalgas, mientras Chauvin permanecía arrodillado sobre su cuello.

El año pasado, Lane y Kueng se declararon culpables ante un tribunal estatal de complicidad en homicidio no intencionado en segundo grado.

Lane fue condenado a tres años y medio de prisión. Kueng fue condenado a tres años.

En un juicio federal celebrado el año pasado, Kueng y Lane también fueron declarados culpables de violar los derechos civiles de Floyd.

Lane fue sentenciado a 2 años y medio de cárcel y Kueng, a tres años de prisión federal, que se cumplirán simultáneamente con la condena estatal.

Un ejemplo de justicia.