Una nueva guía del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas establece pautas para que los Estados aborden con urgencia los efectos adversos sobre niñas y niños causados por la degradación ambiental y el cambio climático.
El documento detalla las obligaciones de los Estados de abordar los daños ambientales, en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño y además garantizar que los niños puedan ejercer sus derechos.
Esto abarca sus derechos a la información, la participación y el acceso a la justicia, para garantizar que estén protegidos y reciban reparación por los daños causados por la degradación ambiental y el cambio climático.
El comité adoptó la guía, conocida formalmente como “Observación general número 26”, después de dos rondas de consultas con Estados, instituciones de derechos humanos, organizaciones internacionales, sociedad civil, expertos temáticos y niños.
Recibió 16.331 contribuciones de niños de 121 países, que compartieron e informaron sobre los efectos negativos de la degradación ambiental y el cambio climático en sus vidas y comunidades, y afirmaron su derecho a vivir en un ambiente limpio, saludable y sostenible.
La nueva guía expone cómo se aplican los derechos del niño a la protección del medio ambiente, y subraya que los niños tienen derecho a un ambiente limpio, saludable y sostenible.
Ese derecho está implícito en la convención, vigente desde 1990 y ratificada por 196 países, y es necesario para el pleno disfrute de los derechos del niño, pues está vinculado directamente con los derechos a la vida, la supervivencia y el desarrollo, el más alto nivel posible de salud, un nivel de vida adecuado y la educación.
La guía indica que los Estados protegerán a los niños contra los daños ambientales causados por actividades comerciales.
Especifica que los Estados están obligados a proporcionar marcos legislativos, regulatorios y de aplicación para garantizar que las empresas respeten los derechos del niño, y deben exigirles que adopten la debida diligencia en relación con los derechos del niño y el medio ambiente.
El comité observa que, en muchos países, los niños encuentran barreras para obtener una capacidad jurídica debido a su estatus, lo que limita sus medios para hacer valer sus derechos en relación con el medio ambiente.
Por lo tanto, la guía indica que los Estados deben proporcionar vías para que los niños accedan a la justicia por violaciones de sus derechos relacionados con el daño ambiental, incluso a través de mecanismos de denuncia que sean amigables para los niños, sensibles al género e inclusivos para la discapacidad.
Una guía en el presente para cambiar positivamente el futuro.
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