El Ecoparque se consolida como modelo productivo y ambiental

El Ecoparque Cruz de Piedra se consolida como un modelo de capacitación en temas ambientales, producción verde intensiva y diseño y mantenimiento de jardines.

Más de dos mil personas, en su mayoría docentes y alumnos, y siete viveros privados y diez públicos participaron del reciente 1° Encuentro Provincial de Viveros.

Una semana después, ofreció una capacitación en iniciación en el cultivo de flores ofrecida por técnicos del Instituto Nacional de Floricultura.

Le siguió otra jornada sobre manejo de estaquero de sauce y de álamos, encabezada por un especialista en áreas forestales de la Universidad Nacional de La Plata y completada por técnicos del Senasa y del INTA.

El 1° Encuentro Provincial de Viveros se desarrolló en el Ecoparque Cruz de Piedra, un predio de 2,5 hectáreas que fue transformado en un lugar de paseos educativos.

Allí tienen viveros de producción de especies forestales nativas, otros con ensayos de plantas aromáticas y cultivos de flores, a lo que se le suma un modelo en plena producción (estaquero) de sauces y álamos hacia la costa del dique.

"También en este parque armamos, en un sector más húmedo, distintas atracciones con finalidad educativa, como un hotel de insectos para explicar el proceso de polinización y la importancia de estos animales en el ciclo de la vida de las plantas", contó Yvonne Scarpati, directora provincial de Viveros de San Luis Agua.

"Sin polinización no habría comida y sin comida no habría civilización, así que la idea es generar desde lo más básico esta idea de este proceso y quienes intervienen, como las plantas, flores y los insectos polinizadores", explicó.

El Ecoparque también cuenta con una completa huerta orgánica demostrativa más un aula al aire libre que se suma al esquema de visitas guiadas de las escuelas y otras instituciones previamente inscriptas.

Todas las plantas que posee el predio tienen su cartelería, con el nombre botánico y su correspondiente familia.

"Armamos, además, otro sector llamado el paseo los sentidos con frutales y aromáticas, más otro circuito similar con plantas nativas xerófilas que no necesitan riego y que están adaptadas a nuestra zona con la idea de mostrar cómo se puede parquizar con estas especies y que también quede lindo", comentó la profesional.

En el predio sobresale un rosedal, con 500 rosales agrupados por colores y un "arboretum", una colección viva de árboles ubicados por evolución. Son cien ejemplares de 33 especies diferentes y forman un circuito que comienza desde el ejemplar más antiguo, que en este caso es una palmera caranday, hasta llegar al quebracho blanco.

"Todo esto lo pudimos mostrar en el primer encuentro de viveros, donde se abrió al público el predio con esta mirada ambiental y educativa; fue un gran éxito, ya que vinieron más de dos mil personas, entre estudiantes y docentes, más viveristas privados y estatales de toda la provincia", celebró Scarpati.

Esa capacitación incluyó arte, pintura botánica, elaboración de tinturas madre, productos de hongos: "fue una manera de mostrar cómo se pueden generar ingresos alternativos a lo tradicional".

También estuvo un grupo de roseros de Quines, Candelaria y San Miguel para explicar cómo se producen rosales, mientras que un productor de Dónovan explicó en vivo cómo construir un invernáculo en túnel.