Baleó en la cabeza a la pareja de su ex; pidieron 12 años de pena

Solo Cristian Javier Pereyra sabe cuál fue su verdadera intención al ingresar a la casa de su expareja en junio del año pasado. Lo que está claro es que no quería hablar ni discutir, y que, cuando se coló por una ventana a la vivienda, arremetió directamente contra la nueva pareja de ella, a quien le disparó en la cabeza, y luego contra la mujer, a quien le gatilló varias veces, golpeó y amenazó de muerte antes de huir. Esta semana, la fiscal que investiga el caso pidió que vaya a juicio por tres delitos graves con un pedido a 12 años de cárcel.

Según expusieron las fiscales Débora Roy Gitto y Lorena Ohanian, el imputado, que actualmente tiene 49 años, huyó de la escena en la motocicleta del hijo de la mujer, creyendo que había asesinado a Mario Stauffer y por el estado en el que estaba ella.

El hecho ocurrió en la madrugada del sábado 4 de junio de 2022, alrededor de las 3, mientras la pareja veía televisión en el living de un domicilio en calle Los Mandarinos 125, al sur de la plaza principal de Carpintería.

Según contaron los damnificados en ese momento, Pereyra entró empuñando un arma, gatilló varias veces, pero solo salió un disparo, que le ingresó a Stauffer por la oreja y terminó alojado en la base del cuello. Al extraerlo en una cirugía, los investigadores supieron que se trataba de un calibre 22, aunque el arma nunca fue hallada. Afortunadamente, la víctima se recuperó.

El agresor fue detenido el domingo 5 de junio en la casa de un hermano en Merlo, donde también estaba la Motomel Blitz 110 en la que había escapado. Al día siguiente fue conducido ante la entonces jueza de Garantías 1 de la Tercera Circunscripción Judicial, Patricia Besso, que a pedido del fiscal Carlos Leloutre lo imputó por los delitos de “Homicidio en grado de tentativa, agravado por causar sufrimiento a una persona con la que mantuvo una relación; violación de domicilio; hurto; portación ilegal de arma; lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género; en concurso real e ideal”, y lo envió a la cárcel.

Ayer, Roy Gitto confirmó que esa medida venció conforme avanzó el proceso y que hoy Pereyra está libre. Para su pesar, las víctimas se mudaron de provincia a razón de ello y del trauma que les dejó la vivencia.

En la audiencia de elevación a juicio, celebrada este lunes, la Fiscalía sostuvo que el imputado debió figurarse, y lo hizo, que la manera en la que actuó inequívocamente podía producir una muerte, la de Stauffer, y que el hecho de que no se haya concretado fue ajeno a su voluntad. También remarcó la actitud posterior para con la mujer, un ataque que claramente se enmarcó en una situación de violencia de género.

Para el defensor oficial penal, José Luis Guiñazú y la defensora Adjunta, Mirtha Moreno, la fiscalía no pudo acreditar ni los hechos ni la calificación legal pretendida y pidieron que se desestimara la acusación.

Finalmente, el Juez de Garantías Matías Farinazzo Tempestini resolvió enviar la causa a debate bajo la carátula de “Homicidio en grado de tentativa agravado por el uso de arma de fuego; portación ilegal de arma de fuego de uso civil; y lesiones leves agravadas por el contexto de violencia de género; en concurso real”.