Caso Soloa: fijaron pena para un tercer acusado por el ataque

Juan Gabriel Mulena quedó detenido el pasado martes 13 de septiembre; hasta entonces, nunca había estado tras las rejas. Ya cumplió tres meses y días de encierro, y este lunes supo que su estadía en la cárcel se extenderá mucho más: un tribunal de la Cámara Penal Residual 1 de San Luis lo condenó a 3 años de prisión efectiva por la brutal golpiza que él y otros tres jóvenes le dieron al comisario mayor Hernán Soloa en diciembre de 2020. Fijar la pena tardó porque al momento de los hechos era menor y el expediente debió pasar varias instancias.

“Era chico, no sabía lo que hacía. Estoy arrepentido de todo. Ahora tengo un hijo de un año y eso me ayudó a asentar cabeza”, le dijo Mulena al tribunal, quizás para conmoverlo. Antes, el Ministerio Público Fiscal, representado por Esteban Roche y María Fernanda del Cerro, solicitó una pena a 3 años y seis meses de prisión efectiva; la defensa, que ejerció el abogado Guillermo Levingston, pidió tres años de cárcel en suspenso, una demanda que finalmente cayó en saco roto.

El 20 de diciembre de 2020, entre las 6:30 y las 7 horas, Mulena, Mauricio Lautaro Cruz, Diego Magallanes y Gianfranco Arce atacaron a Soloa en inmediaciones al Puente Derivador. El comisario colaboraba con un procedimiento por el robo de un celular, pero cuando llegó lo golpearon hasta dejarlo inconsciente. La golpiza fue tan feroz que le fracturaron el tabique y el maxilar superior de la parte frontal, y le dejaron hematomas en la cabeza, el tórax y la región renal.

El chico, que entonces tenía 17 años, fue procesado junto a sus cómplices por el juez Penal Ariel Parrillis en enero de 2021, pero por su edad fue restituido a sus padres. Los otros, en cambio, pasaron casi un año tras las rejas hasta su excarcelación.

La causa se encaminaba a un juicio oral, pero Soloa, su abogado Hugo Scarso, la fiscal de Juicio, Virginia Palacios, y las defensas de los imputados acordaron regirse por el nuevo Código Procesal y pactar un juicio abreviado, que tuvo una única audiencia el 13 de septiembre de este año. Allí, la víctima dijo que necesitaba cerrar el ciclo de lo que le ocurrió, por su familia y su salud, y que prefería no someterse a un debate convencional.

Arce, que se había notificado de esa audiencia, no se presentó y lo declararon prófugo. El 15 de septiembre, el tribunal condenó a Cruz y Magallanes a 3 años y 6 meses de cárcel como proponía el acuerdo, por “Lesiones graves agravadas por la participación de dos o más personas, en carácter de coautores”. A Mulena solo lo declararon responsable penal por el mismo delito, pero, al haber sido menor, los jueces ordenaron remitir la causa a un Juzgado Penal Juvenil para que cuantificara la pena.

Pero ese fuero se declaró incompetente, la Cámara Penal Residual 1 disintió y al conflicto debió resolverlo el Superior Tribunal de Justicia, quien dispuso que el tribunal original, presidido por José Luis Flores e integrado por Jorge Sabaini Zapata y Eugenia Zabala Chacur definieran el monto de pena. Lo hicieron este viernes, y Mulena volvió esposado, como llegó, a la penitenciaría.